miércoles, 6 de julio de 2011

CUATRO MUJERES – 2ª PARTE

Aquel mismo día entraron en arca Noé, sus hijos Sem, Cam y Jafet, la mujer de Noé y las tres mujeres de sus Hijos (Génesis 7:13)

Ser las esposas de los hombres más locos de su época no debe de haber resultado tarea fácil. Pero, ¿te has parado a pensar alguna vez que estas mujeres también debían de ser baluartes de fe? Dios había hablado con Noé, pero no con su familia, quien podía haber considerado que este hombre, aunque era justo y temeroso de Dios, podía estar equivocado. Quizás había interpretado mal las palabras de Dios o estaba tan preocupado por la maldad reinante que deseaba que Dios hiciera algo.
Durante ciento veinte años, esta familia mantuvo una te firme. ¡Eso es muchísimo tiempo! La Biblia sugiere que toda la familia aunó esfuerzos en la construcción del arca, por tanto estas mujeres también trabajaron en aquel proyecto construido sobre la fe en el Dios que había hablado al patriarca. ¿Te has dejado guiar alguna vez por alguien a quien Dios ha puesto en tu vida para que te conduzca al arca espiritual?
Las tres nueras de Noé podían haber argumentado que eran jóvenes y que tenían mucha vida por delante, que querían vivir con normalidad, como sus amigas, sin ser objeto de burlas y críticas, que aspiraban a ver crecer a sus hijos sin que los ridiculizaran. Después de todo, la idea de un diluvio era completamente descabellada.
Las cuatro mujeres que entraron en el arca lo hicieron porque sintieron el llamamiento divino. Sus nombres no aparecen en ningún registro histórico, pero están en los anales celestiales junto a aquellos que han dedicado sus vidas a Dios sin temer las burlas ni las críticas.
El arca no era un lugar agradable para estar, pero las cuatro permanecieron allí sin generar discordias, intrigas ni sublevaciones. Dios te llama también a ti a llevar el mensaje de salvación. Aceptarlo puede acarrearte burlas, críticas e incluso desprecio, pero finalmente te dará el gozo de ver a aquellos que serán salvados por tu influencia. Hazlo con gozo. No lemas, Dios está contigo.
Si sufres desprecio por hacer la voluntad divina, recibirás la corona de victoria.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

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