Corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante. (Hebreos 12:1)
Se cuenta que Terry Dischinger, a la edad de 14 años, tuvo que abandonar el deporte debido a un problema cardíaco. Se lamentaba porque creía que Dios le estaba impidiendo hacer lo que más deseaba en la vida. Su madre le habló con mucha ternura: «Hijo, Dios no te ha hecho nada como para que te enfurezcas así contra él. Tal vez lo que quiere es enseñarte a ser paciente, y a confiar en él». Terry bajó la cabeza y murmuró entre dientes: «Primero la rodilla, ahora el corazón, ¿hasta cuándo tendré complicaciones? ¿Cómo puedo tener fe y paciencia si todo me sale mal?». La mamá lo miró con ternura y le dijo: «Hijo, este no es el fin de tu vida. Debes continuar, pero con la certeza de que Dios te ama, No pierdas tiempo lamentándote por tus fracasos, aprende a mirar hacia el futuro y a tener paciencia».
Terry aprendió lo que significa tener paciencia, gracias a la cual pudo superar la deficiencia cardíaca que padecía. Reanudó su carrera deportiva y llegó a convertirse en una estrella del baloncesto profesional, siendo uno de los mejores jugadores de la NBA.
¿Te parece que la paciencia es una virtud necesaria para triunfar? Tener calma, estar tranquila y permanecer confiada en momentos en que no existan complicaciones no es difícil, pero si se nos exige paciencia en tiempos difíciles, se convierte en todo un reto. Hay ocasiones en la vida en que permanecer quietos y pacientes es más importante que contar con todo un ejército para la batalla.
La Biblia recoge las palabras inspiradas de Jahaziel, hijo de Zacarías, de la tribu de Leví, en un momento de crisis: «Apostaos y quedaos quietos; veréis como la salvación de Jehová vendrá sobre vosotros» (2 Crón. 20: 17). El pueblo de Israel iba a ser atacado por un poderoso enemigo y ellos debían confiar y tener paciencia para poder ver lo que Dios haría en su favor. No era fácil, pero Dios premió su te. Vemos el resultado en el versículo 24: «Miraron hacia la multitud, pero solo vieron cadáveres tendidos en la tierra».
La paciencia es el puente que le conduce a grandes victorias.
Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera
Se cuenta que Terry Dischinger, a la edad de 14 años, tuvo que abandonar el deporte debido a un problema cardíaco. Se lamentaba porque creía que Dios le estaba impidiendo hacer lo que más deseaba en la vida. Su madre le habló con mucha ternura: «Hijo, Dios no te ha hecho nada como para que te enfurezcas así contra él. Tal vez lo que quiere es enseñarte a ser paciente, y a confiar en él». Terry bajó la cabeza y murmuró entre dientes: «Primero la rodilla, ahora el corazón, ¿hasta cuándo tendré complicaciones? ¿Cómo puedo tener fe y paciencia si todo me sale mal?». La mamá lo miró con ternura y le dijo: «Hijo, este no es el fin de tu vida. Debes continuar, pero con la certeza de que Dios te ama, No pierdas tiempo lamentándote por tus fracasos, aprende a mirar hacia el futuro y a tener paciencia».
Terry aprendió lo que significa tener paciencia, gracias a la cual pudo superar la deficiencia cardíaca que padecía. Reanudó su carrera deportiva y llegó a convertirse en una estrella del baloncesto profesional, siendo uno de los mejores jugadores de la NBA.
¿Te parece que la paciencia es una virtud necesaria para triunfar? Tener calma, estar tranquila y permanecer confiada en momentos en que no existan complicaciones no es difícil, pero si se nos exige paciencia en tiempos difíciles, se convierte en todo un reto. Hay ocasiones en la vida en que permanecer quietos y pacientes es más importante que contar con todo un ejército para la batalla.
La Biblia recoge las palabras inspiradas de Jahaziel, hijo de Zacarías, de la tribu de Leví, en un momento de crisis: «Apostaos y quedaos quietos; veréis como la salvación de Jehová vendrá sobre vosotros» (2 Crón. 20: 17). El pueblo de Israel iba a ser atacado por un poderoso enemigo y ellos debían confiar y tener paciencia para poder ver lo que Dios haría en su favor. No era fácil, pero Dios premió su te. Vemos el resultado en el versículo 24: «Miraron hacia la multitud, pero solo vieron cadáveres tendidos en la tierra».
La paciencia es el puente que le conduce a grandes victorias.
Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera
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