viernes, 18 de noviembre de 2011

DISFRUTA LA ESCUELA SABÁTICA

Y estos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así. Hechos 17:11.

La Iglesia Adventista del Séptimo Día es una de las pocas organizaciones religiosas que posee un estudio sistemático y planificado de la Biblia. En cualquier parte del mundo, si existe un templo adventista, a la hora de la escuela sabática todos están repasando y analizando el mismo tema bíblico. Sin lugar a dudas, la escuela sabática ha convertido a la hermandad adventista en una gran familia.
Para que este momento de adoración sabática funcione y dé resultados en la vida espiritual, sus integrantes deben haber estudiado la misma porción de las Escrituras. Un sábado visité a un grupo de jóvenes que estaban de retiro espiritual. Al comenzar con la escuela sabática, vi que todos hablaban un tema diferente al mío. Por varios minutos no me animé a participar, ya que todos parecían tener en claro lo que se había estudiado, pero después, disimuladamente, abrí mi folleto y me di cuenta de que estaban hablando de la lección de la semana siguiente. Entonces les pregunté: "Chicos, yo estudié la lección en mi casa, y les aseguro que no vi nada de lo que están hablando. ¿Qué estudiaron?" Con algo de vergüenza, los jóvenes confesaron no haber estudiado nada durante la semana, y quien dirigía el repaso había estudiado la lección equivocada la noche anterior y a la luz de una linterna.
Más allá de lo anecdótico, me dolió ver que un grupo de jóvenes de nuestra iglesia no había estudiado su folleto durante la semana. Sé que no es un requisito para la salvación estudiar los temas que se proporcionan, pero ¿te has preguntado por qué está ideado ese plan de estudio semanal? La lectura del folleto de la escuela sabática es un recurso dirigido por Dios para que sus hijos estudien la Biblia con regularidad. Cada semana hay una cantidad de textos elegidos prudentemente a fin de que todos vayamos a las Escrituras y nutramos nuestras almas con la Palabra de Dios. Lo mejor ocurre el sábado de mañana, porque si todos estudiaron el mismo tema, pueden aportar cómo les ayudó ese estudio en particular, y de esa manera enriquecerse unos a otros.
En los días de Pablo, la iglesia de Berea era un ejemplo de estudio de la Biblia. Ellos no se conformaban con el mensaje apostólico, sino que escudriñaban "cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así".

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

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