domingo, 5 de febrero de 2012

VIRTUDES CRISTIANA

Por esto mismo, poned toda diligencia en añadir a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento, al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, .paciencia; a la paciencia, piedad; la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. (2 Pedro 1:5-7).

La mayorida de mujeres cristiana, en especial las que tienen esposos e hijos desean satisfacer las demandas y necesidades que manifiesta cada miembro de su familia. La responsabilidad es ciertamente un atributo deseable, pero mi deseo es que el cielo te conceda dones mucho más amplios, con los que te puedas desarrollar más allá de la responsabilidad más inmediata.
Entre los atributos más importantes que ha de tener toda mujer se encuentra la dignidad. Tener dignidad consiste en no dejarse arrastrar por el mundo, en no transigir ante las cosas terrenales y considerar el eterno reino de Dios como el don más valioso de todos.
Ojalá que nuestra vida sea dirigida por el poder del Espíritu Santo, y que podamos caminar en forma digna y responsable; siempre en amor, en pureza, en justicia, en luz y en la sabiduría divina. Las mujeres que no tienen a Dios son como un barco que navega por el océano sin brújula y sin un puerto seguro al cual llegar.
El Señor promete que sus ángeles velarán por ti y te conducirán en todo momento por el camino de la verdad, la modestia y la virtud. Procuremos escuchar las indicaciones que fluyen a través de los seres celestiales. «Las madres están bajo el tierno cuidado de los ángeles celestiales. ¡Con cuánto interés llama el Señor Jesús a la puerta de las familias donde hay niñitos que deben ser educados y preparados! Cuan gentilmente vela por los intereses de las madres; y cuan triste se siente cuando ve que se descuida a los niños» (Afín de conocerle, 2 de febrero).
Espero que puedas cultivar con la ayuda de Dios los valores y virtudes registrados en las Santas Escrituras. Si lo haces, poseerás los atributos de una mujer santificada: dones que llegan al alma como el sol cada mañana a la tierra. Mi querida amiga, estas virtudes complementan la armadura de Dios, ese escudo que nos servirá tanto de adorno como de defensa.
¡Que el amor de Dios te acompañe hoy y siempre, y que continúes superándote hasta que el Señor aparezca en las nubes de los cielos!


Toma de Meditaciones Matutinas para la mujer
Una cita especial
Textos compilados por Edilma de Balboa
Por Rosario Tello, analista de desarrollo institucional

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