Aquí está la perseverancia de los santos los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. (Apocalipsis 14:12).
El tercer ángel finaliza su mensaje con una descripción de los adoradores de Dios. La paciencia es un tipo de disciplina que incluye la obediencia a los mandamientos de Dios. Se trata de una interesante exposición del proceso de santificación de los cristianos, que asimismo incluye el cuidado de nuestro cuerpo.
Dios está preparando un pueblo para que vaya al cielo. En cada momento decisivo de la vida de sus hijos ha tratado de que estén preparados para enfrentar dificultades y problemas. Uno de los primeros mensajes que Dios dio a la Iglesia Adventista tuvo que ver con la salud. Él quería, y anhela todavía, que lo glorifiquemos con nuestra vida. El texto bíblico presenta a los creyentes mostrando atributos como la paciencia, la obediencia a los mandamientos y la aceptación del sacrificio de Jesús. Eso significa que están en contacto continuo y directo con el Padre celestial.
«El resultado de la aceptación de estos mensajes está indicado en las palabras: "En esto está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús". Para subsistir ante el juicio el hombre tiene que guardar la ley de Dios. Esta ley será la piedra de toque en el inicio» (El conflicto de los siglos, cap. 26, p. 432).
Llevo casi cuarenta años practicando las recomendaciones del mensaje de salud. He tenido la oportunidad de compartir este estilo de vida con muchas personas. Cada vez ofrezco conferencias para promover el bienestar físico y espiritual de la gente, estoy obligada a preparar con mucho cuidado los temas. De esa forma he ido comprendiendo mejor la voluntad de Dios, así como el anhelo divino de compartir ese mensaje con nosotros.
Últimamente he comprendido que aparte del beneficio físico que pueda traerme practicar un estilo de vida saludable, lo más importante es que mi mente pueda estar más receptiva para comunicarme con el Señor, y así estar mejor preparada para vencer las tentaciones.
¡A él sea la gloria!
Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Una cita especial
Textos compilados por Edilma de Balboa
Por Janet Ribera de Diestre
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