«Tu justicia es como las grandes montañas; tus decretos son como el mar grande y profundo. Tú, Señor, cuidas de hombres y animales» (Salmo 36: 6).
Cuando tenía catorce años visité el estado de Colorado, en Estados unidos, y decidí que algún día viviría allí. Cuando crecí me mudé a Colorado y ya llevo aquí doce años. ¿Por qué crees que me gusta tanto Colorado? Si lees el versículo de hoy, sabrás por qué. ¿Ya lo has adivinado? Me gusta Colorado por sus grandes montañas. Yo he estado en la cima de algunas de ellas y la vista es espectacular ¡Son muy hermosas cuando están cubiertas de nieve y las nubes las rodean!
El versículo de hoy dice que la justicia de Dios es como las grandes montañas. Dios es el rey perfecto del universo, y es por eso que su justicia es poderosa. Dios hace milagros, y es por eso que su justicia es poderosa. El amor de Dios es perfecto, y es por eso que su justicia es poderosa.
Me alegra tanto contar con un Dios tan poderoso cuyo amor y justicia son perfectos, y que nos dará su amor y su justicia para que podamos parecemos cada vez más a él. ¡A qué Dios tan poderoso servimos!
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush
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