lunes, 13 de agosto de 2012

¡A CORRER!


Esfuércense, no sean perezosos. Romanos 12:11.

«Cada mañana en África —dice una antigua parábola— una gacela abre los ojos. Sabe que tiene que correr más rápido que el león más veloz o morirá. De igual manera, cada mañana un león abre los ojos. Sabe que tiene que correr más rápido que la gacela más lenta, o morirá de hambre. Por ello, no importa si usted es el león o la gacela, cuando salga el sol, ¡empiece a correr!»
El mensaje está claro: apenas comienza el día, hay que ponerse en acción. Las actividades son tantas y tan variadas, que a veces quisiéramos que el día tuviera más de 24 horas.
Pero no nos equivoquemos con esto de «ponerse en acción», porque el movimiento por sí solo no necesariamente significa avance. Aquí estamos hablando de distinguir entre lo importante y lo urgente.
Sean Covey, en The 7 Habits of Highly Effective Teens [Los siete hábitos de los - adolescentes muy efectivos], habla de cuatro tipos de personas, de acuerdo a la manera como manejan ¡o importante (las actividades que nos permiten alcanzar las metas significativas de la vida) y lo urgente (las cosas que nos presionan a actuar, aunque no sean realmente significativas). Ellos son:
1. Los postergadores. Esta es la gente que sabe lo que es importante en la vida, pero que continuamente lo dejan para después, porque siempre tienen algo urgente que hacer. Viven «apagando incendios».
2. Los complacientes. Al igual que el grupo anterior, esta gente también vive atendiendo lo urgente, pero en su caso se debe a que no saben decir que «no». Como dicen que «sí» a todo lo que se les cruza en el camino, no tienen tiempo ni siquiera para pensar en sus propios asuntos.
3. Los perezosos representan el grupo indeseable, puesto que en su vida no hay nada que se pueda llamar «urgente» y mucho menos «importante». 
4. Los planificadores. Este es el grupo ideal, porque incluye a la gente que organiza bien sus prioridades en la vida. Son capaces de identificar lo que realmente cuenta (Dios, la familia, la salud, la gente, el trabajo, los estudios, etc.); y planifican su vida de modo que tienen tiempo para atender lo que es importante; y las emergencias, cuando se presentan.
¿Con cuál grupo te identificas? Planifica tu día de tal modo que siempre tengas tiempo para lo que de verdad vale la pena en esta vida.
Padre celestial, dame sabiduría para identificar lo que es realmente importante en la vida, y para hacerlo.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
Dímelo de frente
Por Fernando Zabala

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