martes, 25 de septiembre de 2012

EL QUE EDIFICA LA CASA



Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guardia. (Salmo 127:1).

El primer deber de la mujer no es precisamente afanarse por el desayuno, preparar a los niños para la escuela o mantener limpia la casa; tampoco lo será predicar o hacer obra misionera.  Nuestro primer deber es buscar a Dios en las primeras horas del día.  Esto representa un verdadero desafío  para las que nos gusta dormir hasta tarde y que no somos tan disciplinadas.
¿Te sientes culpable por no levantarte temprano para tener tu devoción personal y porque intentas sin lograrlo?  Podrían ser varias razones por las que no alcanzas dicho objetivo, como haber pasado una mala noche o habernos acostado tarde por causa de unas visitas.
Querida hermana, te invito a intentarlo una vez más.  Pedirle al Señor que te ayude, ¿acaso no crees que no conoce tu problema, o que no sabe que has tenido un día pesado?  Dios es el que edifica la casa: tu vida le pertenece, los hijos que cuidas son de él, el esposo que tienes es su hijo.  Pon todo en sus divinas manos cada mañana, y te aseguro que será más fácil.
«Todo edificio construido sobre otro fundamento que no sea la palabra de Dios, caerá.  Aquel que, a semejanza de los judíos del tiempo de Cristo, edifican sobre el fundamento de ideas y opiniones humanas, de formalidades y ceremonias inventadas por los hombres o sobre cualesquiera obras que se puedan hacer independientemente de la gracia de Cristo, erige la estructura de su carácter sobre arena movediza.  Las tempestades violentas de la tentación barrerán el cimiento de arena y dejarán su casa reducida a escombros sobre las orillas del tiempo» (El discurso maestro de Jesucristo, p 126).
Padre, ayúdame a vivir hoy únicamente para ti.  Dame las fuerzas y el deseo para buscarte en las mañanas y para hacer tu voluntad.  Haz que entienda que todo lo que soy y tengo es tuyo, a ti te lo entrego ahora mismo.  En el nombre de Jesús, mi Señor, te lo pido.  Amén. 

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Una cita especial
Textos compilados por Edilma de Balboa
Por  Fanny Narváez  de Vargas

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