lunes, 18 de febrero de 2013

SERVIR CON AMOR


Les hablo así, hermanos, porque ustedes han sido llamados a ser libres; pero no se valgan de esa libertad para dar rienda suelta a sus pasiones. Más bien sírvanse unos a otros con amor (Gálatas 5:13).

La verdadera felicidad se obtiene sirviendo a Dios y a los hombres de manera desinteresada. Al dar abnegadamente obtenemos grandes triunfos. El señor Henry Penn se ganaba la vida vendiendo flores. Pero hacía más que eso. La gente lo buscaba para adquirir sus arreglos florales y eso le daba la oportunidad de hablar con sus clientes.
Un día llegaron tres niños a su negocio y le dijeron:
—Queremos flores.
Les mostró algunas, y ellos respondieron:
—No, esas no nos. gustan. Queremos flores amarillas.
Les mostró algunas flores amarillas y los niños dijeron:
—No, no son lo bastante buenas.
Entonces les preguntó:
—¿Para quién serán las flores, si estas no son suficientemente buenas?
Uno de los jovencitos respondió:
—Son para Mickey.
—¿Quién es Mickey?
—Bueno... Mickey era nuestro compañero de juegos, pero ayer un camión lo atropello y lo mató. Esta mañana los chicos de nuestra calle nos reunimos y juntamos dieciocho centavos para comprar flores para su funeral.
—Ahora entiendo —dijo el señor Penn—. Vengan y encontraremos algunas flores. ¿Puedo saber por qué amarillas?
—Porque Mickey siempre llevaba un jersey amarillo.
—¿Les servirían estas rosas? —preguntó Penn.
—¡Son fantásticas! Son exactamente las que necesitamos, señor Penn.
—Muy bien —dijo el vendedor—. Sucede que hoy tengo esas rosas en oferta especial a dieciocho centavos.
En aquella ocasión, el señor Penn perdió un poco de dinero, pero ganó mucho más en felicidad al servir a otros por amor. Además, logró mantener vivos la ilusión y el espíritu generoso en un grupo de niños que trataba de esforzarse por expresar su aprecio por uno de sus amigos.
Cuando actuamos en beneficio de otros somos felices, pues imitamos a Cristo. Tú y yo estamos aquí para ser canales del amor de Dios hacia los demás. Esa es una de las grandes razones por las que estamos en este mundo. Y tú, ¿tienes espíritu de servicio? Da resultado, créeme. Por eso el apóstol Pablo nos aconseja: «Sírvanse unos a otros con amor».

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez

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