“De hecho, cuando los gentiles, que no tienen la ley, cumplen por naturaleza lo que la ley exige, ellos son ley para sí mismos, aunque no tengan la ley. Estos muestran que llevan escrito en el corazón lo que la ley exige, como lo atestigua su conciencia, pues sus propios pensamientos algunas veces los acusan y otras veces los excusan”. Romanos 2:14, 15, NVI
¿Puede un pagano seguir siendo pagano y, pese a ello, ser salvo? ¿Elige Dios también a los paganos? Antes de que te lances a dar una respuesta, considera un relato o dos. Hubo una vez en que un íntimo amigo de Dios mintió sobre su esposa a un caudillo nómada, diciéndole que era su hermana. Tras ello, este se apoderó rápidamente de la esposa de aquel y la incorporó a su harén. Aquella noche, Dios declaró en un sueño al caudillo: “¡Te vas a enterar si tocas a la esposa de ese hombre!” El hombre exclamó: “Con sencillez de mi corazón y con limpieza de mis manos he hecho esto” (Gén. 20:5). Naturalmente, Dios lo sabía, y dijo: “Y también yo te detuve de pecar contra mí; por eso no permití que la tocaras” (vers. 6). Así se perdonó la vida de Abimelec el pagano. ¿Por qué? No había Diez Mandamientos que le dijeran la diferencia entre el bien y el mal. Sencillamente estuvo a la altura de la luz que tenía. Y Dios lo honró, a pesar de su adoración de falsos dioses.
Hubo otra vez en que un buen rey marchó contra un rey pagano. Pero el Dios del buen rey, de hecho, le envió un mensaje a través del rey gentil: “Deja de oponerte a Dios, quien está conmigo, no sea que él te destruya” (2 Crón. 35:21). Pero Josías se negó a escuchar al faraón Necao, y al día siguiente murió en batalla. ¡Debería haber escuchado el mensaje que le fue dirigido por medio del faraón! Dios no debe de estar del todo defraudado con los paganos, ¿no crees?
Después de todo, es el Dios que inspiró el Salmo 87. “Entre los que me reconocen puedo contar a Rahab y a Babilonia, a Filistea y a Tiro, lo mismo que a Cus. Se dice: ‘Este nació en Sion’. De Sión se dirá, en efecto: ‘Este y aquel nacieron en ella ” (vers. 4,5, NVI). “El Señor anotará en el registro de los pueblos: ‘Este nació en Sion ” (vers. 6, NVI). ¡Asombroso! Cuando un día se lea la lista de los salvos y elegidos, Dios declara que ¡entre los nombres figurará la gente de los grandes vecinos gentiles de Israel!
A lo largo de los siglos, Dios ha estado en contacto con ellos, ha enviado mensajes a través de ellos e incluso ha prometido incluirlos en su libro de la vida. Ciertamente, parece que Dios anda removiendo cielo y tierra para salvar a los gentiles, ¿verdad?
Tomado de Lecturas devocionales para Adultos 2016
EL SUEÑO DE DIOS PARA TI
Por: Dwight K. Nelson
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