Tu Oración: Querido Dios, gracias por dejarme ser útil y ayudar a que las plantas crezcan.
Versículo para hoy: “Si en el camino encuentras el nido de un ave en un árbol o en el suelo, y a la madre echada sobre los polluelos o sobre los huevos, no te quedes con la madre y con la cría” Deuteronomio 22:6.
El experimento de hoy es muy sencillo y divertido. Vas a necesitar tres huevos, de preferencia de cáscara roja (si no, puedes usar los blancos); un poco de tierra y semillas pequeñas como de alfalfa, brócoli, pasto o trigo.
Pide a tu mamá que haga un agujero en la parte superior de cada huevo para extraer el contenido; por supuesto, ella puede usarlo para cocinar. Después lávalos con agua y jabón; ten mucho cuidado. Con un marcador puedes dibujarles ojos, nariz y boca. Rellena los huevos con tierra húmeda. Cuidado porque pueden romperse.
Luego, coloca media cucharada de las semillas procurando no taparlas con la tierra. Finalmente coloca los huevos en el cartón donde vienen cuando los compra mamá, y déjalos cerca de la ventana donde reciban sol.
Recuerda que debes vigilar seguido que la tierra esté húmeda. Cuando las semillas crezcan los huevos se verán muy graciosos porque parecerá que les creció pelo. Dibuja en tu libreta de observaciones cómo estaban los cascarones de huevo cuando sembraste las semillas, y como están después de que germinaron.
Devoción matutina para niños pequeños 2016
Pequeños científicos de Dios
Por: Cesia Alvarado Zemleduch
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