Jehová está contigo, varón esforzado y valiente. Jueces 6:1.
Gedeón estaba escondido. Allá abajo, por el lagar, estaba trillando trigo discretamente.
Tenía que ser sigiloso. Los madianitas estaban merodeando. Por siete años habían venido en el momento de la cosecha, vaciado los campos y los jardines, robado al pueblo, y luego regresado al desierto para disfrutar de sus bienes robados.
La Biblia dice que eran como una plaga de langostas, que no dejaban nada tras de sí. Años antes, Moisés casi había aniquilado a estos saqueadores feroces pero, desde aquel tiempo, su número se había incrementado grandemente y estaban sedientos de venganza. Así que, Gedeón estaba escondido como cualquier otro que vivía en una granja.
Mientras estaba trabajando, miró hacia arriba y vio a un ángel. El ser brillante lo saludó con las palabras de aliento del texto de hoy.
A Gedeón le parecía que Dios se había olvidado de su pueblo. Los tiempos de Moisés y de Josué habían estado marcados por milagros de liberación, pero ahora los madianitas estaban oprimiendo a Israel y no se hacía nada al respecto.
Sin embargo, Dios no se había olvidado de su pueblo en ningún momento. Ellos lo habían olvidado a él y le habían vuelto las espaldas al adorar ídolos, así que no había manera en que pudiera protegerlos. Además, el Señor conoce los pensamientos interiores de cada persona, por eso sabía dónde estaba Gedeón y qué estaba haciendo. Y Dios también sabía que este hombre aparentemente tímido, escondido allí en el lagar, era en el fondo un líder valiente.
Esto es lo maravilloso de nuestro Dios. Tiene un lugar especial para cada uno de nosotros si estamos dispuestos a ser usados por él. A Gedeón le resultó difícil creer en esto y requirió una señal para probar que Dios realmente estaba hablando con él. Cuando trajo un presente de comida, el ángel la tocó con su vara. Al instante, salió fuego y consumió su presente.
¿Te habrías convencido?
Gedeón estaba seguro.
Aunque hoy normalmente los ángeles no andan prendiendo fuegos en ninguna parte, no están lejos de ninguno de nosotros. La próxima vez que seas tentado a pensar que no le importas a nadie o que no tienes valor, recuerda a Gedeón escondido allí en el lagar. Dios nos cuida muy de cerca y se revelará a aquellos que lo quieran en su vida.
Tomado de devoción matutina para menores 2016
¡GENIAL! Dios tiene un plan para ti
Por: Jan S. Doward
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