Mansión Winchester |
Cuando se ha perdido la brújula, lo inmediato es navegar a la deriva. Enrique Rojas.
¿Has estado alguna vez en una casa que tiene cuarenta escaleras que no conducen a ninguna parte, doscientas puertas que dan a diversos muros, y numerosas ventanas que solo cubren paredes? ¿Una casa con trece cuartos de baño, ventanas de trece cristales y salones con trece lámparas? En serio, no es una pregunta retórica. Cuesta imaginarla, pero existe. Está en California. Y es que la realidad supera muchas veces la ficción. ¿Qué clase de mente pudo concebir una construcción semejante? Una mente perdida y sin brújula, porque no creía en las verdades de la Biblia. Me explico.
Sarah Winchester, nuera del hijo único del famoso creador de los rifles Winchester, hizo construir esa mansión tras la muerte de su esposo y de sus dos hijos. Sarah estaba convencida de que ella también moriría pronto, porque creía que la gran fortuna que había heredado estaba maldita por causa de la sangre de las personas que habían muerto a manos de los rifles Winchester. Para buscar una salida a su angustia, fue a visitar a un espiritista. El médium le aseguró que no moriría mientras no terminara de construir su casa de California. Por esa razón gastó toda su fortuna y empleó treinta y ocho años en edificar aquel desatino. Como no podía ser de otra manera, la muerte la encontró en 1922, sin haber finalizado su proyecto.
Esto es lo que pasa cuando ignoramos las verdades del evangelio: superstición, miedo a la vida, desconocimiento de lo que nos espera más allá de la muerte, ignorancia del amoroso carácter de Dios… Por muy ridículo que parezca, este suceso real no es más ridículo que otras insensateces que cometemos tú y yo por el simple hecho de que no siempre creemos al pie de la letra las indicaciones y las promesas de Dios. ¿Acaso no hacemos cosas que no haríamos si confiáramos plenamente en nuestro Padre celestial? ¿Acaso no tenemos afanes que no tendríamos si estuviéramos convencidas de ciertos pasajes bíblicos? Créeme, cuando no se confía plenamente en Dios se pueden cometer muchas locuras, por muy cuerdas que nos puedan parecer.
En lugar de reímos de la señora Winchester, lo que conviene es que nos analicemos a nosotras mismas y aprendamos a vivir única y exclusivamente por la fe, porque “todo lo que no se hace con la convicción que da la fe, es pecado” (Rom. 14:23).
“Todo lo que no se hace con la convicción que da la fe, es pecado” (Rom. 14:23).
Tomado de Lecturas Devocionales para Damas 2016
ANTE TODO, CRISTIANA
Por: Mónica Díaz
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