“Si siete veces viene a decirte: ‘No lo volveré a hacer’, debes perdonarlo” (Lucas 17:4).
Tras concluir la batalla de Gettysburg, un hombre se acercó al jovencito de catorce años y le preguntó:
-¿Estás seguro de que quieres ir a la guerra?
-Por supuesto.
-¿Y ya le comentaste a tu padre la decisión que has tomado?
-Claro que no. Ayer él mató a mi perro sin decirme nada; me iré a la guerra sin decirle nada a él. Nunca le perdonaré que haya matado a mi mascota.
-Estuvo muy mal lo que hizo tu padre, pero creo que tienes que hacer algo más. -¿Algo, como qué? -preguntó el joven.
-Nunca olvides todo lo bueno que tu padre ha hecho por ti. Aunque supongo que el mal que te ha hecho supera con creces lo bueno que él ha sido contigo, ¿verdad?
El jovencito meditó un instante en esas palabras, y luego agregó:
-Perdonar es difícil, pero lo perdonaré, porque los momentos en los que él ha sido bueno conmigo son más y mejores que esas ocasiones en las que me ha hecho daño.
-Me alegra oírte decir eso. De hecho, me has ayudado a decidir qué haré con un grupo de hombres que han desertado del ejército. Como Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas había determinado fusilarlos, pero ahora considero que ellos han hecho muchas cosas buenas por nuestro país, así que los perdonaré. Toma mi tarjeta, si algún día me necesitas, con gusto te ayudaré.
¿Quieres saber quién fue el hombre que habló con aquel muchacho? Nada más y nada menos que Abraham Lincoln, presidente de los Estados Unidos de América.
Si deseamos mantener una relación sana con nuestros familiares y amigos, hemos de aprender a perdonar. Cuando alguien te ofenda y supongas que esa persona no merece tu perdón, detente un minuto a considerar si esa ofensa es superior a todos los momentos agradables que has vivido con ella. Cuando te sientas ofendido por tu padre o por tu madre y pienses que ellos se han extralimitado, reflexiona en si esa presunta ofensa supera todas las evidencias de amor que ellos te han manifestado, y ten tu corazón listo para perdonarlos. No olvides las palabras de Jesús: “Perdonen, y Dios los perdonará” (Lucas 6:37).
Tomado de Lecturas devocionales para Jóvenes 2016
“VISITA MI MURO, 366 MENSAJES QUE INSPIRAN”
Por: J. Vladimir Polanco
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