Tu Oración: Querido Dios, gracias por tu amor al crear mi esqueleto que me permite hacer muchas cosas.
Versículo para hoy: “Fuiste tú quien me vistió de carne y piel, quien me tejió con huesos y tendones”. Job 10:11.
Dios nos dio un esqueleto para que sostenga nuestro cuerpo. Si no lo tuviéramos sería imposible caminar, estar de pie o correr. El esqueleto está formado de huesos. Te ayudan a moverte de todas las maneras posibles y protegen tus órganos internos, como el corazón.
Tus huesos se agrandan diariamente porque estás creciendo. Los bebés nacen con huesos pequeños y blandos llamados cartílagos. Cambian día tras día y se vuelven más fuertes. Cuando tengas 25 años tendrás los 206 huesos que componen el esqueleto humano.
Tu columna vertebral es una sección de tus huesos que puedes ver y tocar. Te permite girar, agacharte y tener una postura recta. Los huesos de la columna también protegen a la médula espinal, un grupo muy importante de nervios que llevan información al cerebro.
Las costillas también son otro grupo de huesos muy importantes. Son como una jaula que cuida órganos tan importantes como el corazón y los pulmones. Las costillas están unidas a la columna vertebral.
Otro hueso muy importante es el cráneo. Lo puedes tocar golpeando suavemente tu cabeza con la mano. El cráneo cubre al cerebro, la computadora que da las instrucciones al resto del cuerpo.
Un poquito de ciencia
Necesitas palitos de madera para hacer helados. Usa pegamento para colocarlos en tu silueta del cuerpo humano de cartón, a manera de esqueleto.
Tomado de Devoción matutina para niños pequeños 2016
Pequeños científicos de Dios
Por: Cesia Alvarado Zemleduch
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