“Ellos le contestaron: “Dinos, pues, tu adivinanza. Somos todo oídos”. Sansón recitó su adivinanza […]. Tres días después, ellos no habían logrado resolver la adivinanza” (Juec. 14:13,14).
Las adivinanzas son algo muy antiguo. Ya en la antigua Grecia se usaban, y en la misma Biblia se incluye alguna. ¿En la Biblia? Sí, Sansón recurrió a una adivinanza para alegrar su fiesta de bodas. Aquella adivinanza estaba tan bien planteada que los invitados, después de haber estado buscando la solución durante tres días, tuvieron que admitir que no sabían la respuesta. ¿A ver cuánto tiempo te lleva a ti encontrar la respuesta a estas adivinanzas?
¿Por qué la bola rueda?
La mamá de Rosa tenía cinco hijos: Lala, Lele, Lili y Lolo. ¿Quién falta?
Empiezo con ave y no soy un ave, y soy llana por dentro como por fuera. ¿Qué soy?
El burro me lleva a cuestas, metida estoy en el baúl, yo no la tengo, pero sí la tienes tú.
Por si hay alguna que no has logrado resolver, las respuestas están al final de esta hoja, en tamaño pequeño. Pero volvamos al relato de Sansón.
Él se creía muy listo lanzando una adivinanza que nadie podría resolver; al igual que se creía muy fuerte, porque contaba con la bendición de Dios. Sin embargo, ser muy listo porque hemos heredado la Inteligencia, o ser muy fuertes porque tenemos un cuerpo musculoso, no sirve de nada por sí mismo. Sansón, lejos de Dios, perdió toda su fuerza. Y por muy inteligente que él se considerara, fue bastante tonto al confiar tan ciegamente en una mujer que no era digna de confianza, o al sentarse a festejar con los enemigos de Dios.
Las preguntas más importantes que debemos hacernos en la vida son: “¿Aprueba Jesús lo que hago, lo que digo, lo que como, lo que pienso? ¿Le parecerán bien a Jesús mis amistades o los lugares a los que voy a divertirme?”. Estas preguntas no son adivinanzas difíciles, porque tienen respuesta en la Biblia. Pero, claro, para encontrar las respuestas tenemos que leer la Biblia. En ella se nos dice cómo es Jesús. Y al conocer a Jesús, sabemos lo que le gusta y lo que no le gusta que hagamos.
Respuestas: Porque estaba sucia. / Rosa. / Una avellana. / La letra “u”.
Tomado de lecturas devocionales para Menores 2017
¡SALTA!
Por: Patricia Navarro
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