¡Mirada cuán bueno y cuan delicioso es que habiten los hermanos juntos en armonía! (Salmo 133:1).
La parábola del hijo pródigo no solo muestra la disposición que tiene Dios de perdonar a los descarriados, .sino que también nos habla de las relaciones familiares. Si bien se presentan el amor, la misericordia, el perdón y el respeto de un padre amante, también se presenta la rivalidad entre dos hijos, nacidos y criados bajo un mismo techo, aunque de caracteres completamente distintos.
El hijo menor era egoísta. Quería la parte de su herencia materna, aunque la herencia solo se repartía tras la muerte del padre. Me sorprende saber que en los tiempos bíblicos también había padres que sufrían por causa de un hijo rebelde, como sucede en la actualidad. La tristeza que sentía por el hijo menor embargaba el corazón de aquel padre mucho antes de que el hijo decidiera marcharse de casa. ¿Te sientes identificada con este padre? Hay hijos que escogen un camino equivocado y no sabes por qué lo hacen.
El padre también sufría por el hijo mayor, aparentemente bueno, noble y obediente. La Biblia no nos cuenta los detalles de la convivencia familiar, pero podemos deducir que había rivalidad entre ambos hermanos por la forma en que el mayor asimiló la llegada del pequeño sabiendo que estaba en la ruina.
Se dice que un antropólogo decidió llevar a cabo un experimento con una tribu africana. Tomó a varios niños y los llevó a un hospital, donde recibieron cuidados para que no se vieran afectados por las enfermedades más comunes de aquel lugar. Al cabo de un tiempo notó que los niños que habían sido criados bajo la tutela de unos padres amorosos eran más resistentes a las enfermedades que aquellos que no habían tenido un hogar así. Llegó a la conclusión de que el amor y el calor del hogar eran la mejor medicina para ayudar a aquella gente a sobrevivir, aunque no tuvieran medios y recursos apropiados.
¿Te das cuenta? Tu familia te necesita. Tu amor es el antídoto más eficaz contra cualquier enfermedad. Disfruta de los tuyos y fortalécelos con tu amor. El hogar es una hoguera donde todas las llamas juegan ¡untas.
Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera
Y le dio Abram los diezmos de todo. Génesis 14:20.
Un principio que se mantiene a lo largo de toda la Biblia es la devolución del diezmo. Quienes amaban a Dios sabían que eran mayordomos o administradores de los bienes que poseían, y como muestra de lealtad y reconocimiento al Dios del cielo, entregaban una décima parte de sus bienes.
Abraham, uno de los primeros personajes que citan las Escrituras, ya tenía la costumbre de diezmar sus ganancias para dárselas a Dios. Al ganar la guerra contra Quedorlaomer, el sacerdote Melquisedec bendijo a Abraham y recibió de su mano los diezmos del botín de guerra. Jacob, nieto de Abraham, le prometió a Dios entregarle los diezmos de todo si recibía de su mano protección en el viaje iniciado hacia Padan Aram. Luego Moisés, al entregar las leyes nacionales a los israelitas, legisló claramente lo tocante al diezmo para la agricultura y la ganadería. También Ezequías, entre todas las reformas religiosas que inició en Jerusalén, ordenó al pueblo que trajera los diezmos de "grano, vino, aceite, miel, y de todos los frutos de la tierra" (2 Crón. 31:4, 5).
Después del exilio, cuando los israelitas ocuparon nuevamente las tierras de Judea, Nehemías exhortó al pueblo para que entregara los diezmos. Años más tarde, el profeta Malaquías acusó a los israelitas de haber robado a Dios al quedarse con los diezmos y las ofrendas.
En tiempos del Nuevo Testamento, todo religioso israelita tenía la costumbre de dar los diezmos de sus ganancias. Jesús acusó a los fariseos de diezmar "la menta y el eneldo y el comino", pero de olvidarse de la justicia y la misericordia (Mat. 23:23).
Toda la Biblia presenta con claridad que el diezmo es de Dios y que no le pertenece al hombre. Nuestro Creador desea que sus hijos sean moral y materialmente fieles, y esa fidelidad debe mostrarse al entregar el diez por ciento de las ganancias. Quizás aun no has diezmado, pero las decisiones hechas en la juventud son las que afirman el carácter y se mantienen por toda la vida.
Imita a los héroes de la fe, muéstrale tu fidelidad al Señor devolviendo los diezmos.
Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel
Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. Mateo 4:10.
El enemigo de Dios es también tu enemigo. En realidad, tú nada le hiciste; su odio es gratuito. No puede con Dios, y se las toma contigo porque sabe que tú eres precioso a los ojos divinos, y la mejor manera de tocar el corazón de Dios es hacerte sufrir.
Pero, en fin, ese no es el problema. El pensamiento del versículo de hoy es que la mejor manera de derrotar al enemigo es con la Palabra de Dios. Lo interesante de la historia es que, a veces, la mejor arma que el enemigo usa para derrotarte también es la Palabra de Dios. A Jesucristo, el enemigo se le presentó citando los escritos de los profetas, pero fuera del contexto, arreglados a su manera, haciéndoles decir lo que él deseaba y no lo que el texto decía. Pero, Jesús conocía bien el texto y lo confrontó con la verdad.
El tema central de hoy es la adoración. Desde el cielo, Lucifer deseó la adoración para sí. Cuando no logra que los seres creados caigan en sus trampas, intenta llevar la adoración humana hacia cualquier cosa, menos hacia Dios: adorar cualquier idea, filosofía de vida u objeto ya es adorarlo a él.
Pero, ¿por qué esto es tan importante para el diablo? Por la sencilla razón de que, si retiras tus ojos, tu atención y tu adoración de Dios, ya perteneces al reino de las tinieblas, y consecuentemente, al reino de la derrota, de la mentira, de la mediocridad y de la muerte.
Tú única seguridad, en esta vida, es saber lo que la Escritura dice. No se trata solo de memorizar versículos y repetirlos, como si fuesen un amuleto contra el mal. Se trata de encarnar la Palabra de Dios en tu experiencia; hacerla realidad, vivirla en las varias circunstancias del día. La Palabra de Dios es vida: te lleva a la vida eterna, te muestra el camino, te alumbra, te enseña. Es el mapa para que no te extravíes, en este mundo de dificultades y de tristezas.
Haz de este día un día de comunión con Jesús. Abre la Palabra de Dios, graba sus consejos en tu corazón y, cuando tengas que enfrentar al enemigo, que puede presentarse disfrazado de adversidad, enfermedad o pruebas, haz como Jesús, y dile: "Escrito está".
Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón
No descuides el don que hay en ti. (1 Timoteo 4:14).La parábola de los talentos nos enseña que todos tenemos al menos un don. Incluso los especialistas en la materia afirman que todos tenemos dones ocultos que necesitan ser cultivados, pues yacen dormidos por la falta de estímulo. En la Biblia encontramos a varias mujeres que poseían talentos extraordinarios. Si María, la hermana de Moisés, viviera en nuestros días, sería una candidat0a a directora de Ministerios de la Mujer. Pero además poseía un gran talento poético y musical, a juzgar por el cántico de alabanza que entonó tras el cruce del Mar Rojo.Dorcas fue otro prodigio de mujer. Sus manos no se detenían a la hora de confeccionar prendas para los más necesitados. Las mujeres que acompañaban a Jesús y a sus discípulos obraban con sus manos el milagro del sustento diario para aquellos que se dedicaban a la predicación del evangelio. Eunice y Loida encajarían muy bien al frente del Ministerio Infantil y Ester lograrla sin duda un reavivamiento entre el pueblo de Dios por medio de la oración. Sin embargo, todos estos dones maravillosamente empleados no hubiesen sido eficaces si el motivo por el cual se desarrollaron no fuera proclamar la misericordia y el amor de Dios.Se dice que Thomas Paine desarrolló el arte de la pluma escribiendo un folleto que lo hizo famoso en las colonias americanas, cuyo título era: «Sentido común». En él exponía varias razones por las que consideraba que los norteamericanos no debían permanecer bajo el yugo inglés. Tiempo después empleó ese mismo talento para desmoralizar a los cristianos, atacando al cristianismo vehementemente. Este hombre utilizó sus talentos a lo largo de su vida, pero lo que deberíamos preguntarnos es: ¿cómo y para qué?En un libro titulado 502 ilustraciones selectas encontré estas interesantes palabras de Antonio Gamiochipi: «Se dice que Dios toma más en cuenta en nuestra vida los adverbios que los verbos. ¿Cuál es la razón de tan curiosa preferencia? ¿Cómo explicarla desde el punto de vista gramatical? La respuesta es sencilla: El verbo indica una acción, el adverbio, el modo como la hacemos. Dios mira más el modo que la acción».Ningún talento brilla más que el que brota del corazón.Tomado de meditaciones matutinas para mujeresDe la Mano del SeñorPor Ruth Herrera
El alma del perezoso desea, y nada alcanza; mas el alma de los diligentes será prosperada. Proverbios 13:4.Ese año había recibido a varios alumnos que estaban repitiendo nuevamente su curso de estudios, y como su tutor y consejero me propuse ayudarlos con todas las herramientas pedagógicas posibles.Además de la oración intercesora que realizaba a menudo, dediqué parte de mis horas de la materia de Biblia para aconsejarlos sobre la importancia del estudio diario. El cerebro, como también otros músculos del cuerpo, se desarrolla a través del ejercicio, y si se lo acostumbra a estudiar, en poco tiempo la incorporación de conocimientos se vuelve un hábito.De manera especial recuerdo a dos alumnos a quienes no parecía importarles mis exhortaciones en las clases, así que trabajé con ellos de forma privada. Después de meses de seguimiento y conversaciones con ambos, llegué a la misma conclusión: no estudiaban porque perdían el tiempo.Actualmente existe una variedad de actividades que proporcionan distracciones y contribuyen a "perder el tiempo". Películas, juegos de mesa, de azar y computarizados, deportes, Internet, ocio y algunas otras actividades no son solo distracciones pasajeras, ya que muchas de ellas son practicadas por hábito y tristemente no dejan ningún crédito a favor.¿Cuál es el problema de sumergirse en alguna de estas actividades, si hace algunos meses analizamos que nuestra mente y nuestro cuerpo necesitan distraerse? El gran problema es que esta distracción se vuelve una actividad en sí misma, en detrimento de alguna otra que nos daría muchos beneficios. El estudio o el trabajo brindan ventajas reales, pues desarrollan nuestra capacidad intelectual y práctica.Salomón, como sabio y consejero del pueblo israelita, dejó una exhortación que habla de la importancia de aprovechar las oportunidades que nos da la vida: "El alma del perezoso desea, y nada alcanza; mas el alma de los diligentes será prosperada". La pereza en el estudio o en el trabajo, manifestada en actividades que nos hacen malgastar el tiempo, es un daño que cada persona se hace a sí mismo. El tiempo empleado sin provecho, derrochando las posibilidades de crecer profesionalmente, tarde o temprano pasa su "cuenta".El tiempo invertido en actividades provechosas es una bendición que Dios te da, especialmente en la juventud. No lo desaproveches.Tomado de meditaciones matinales para jóvenesEncuentros con JesúsPor David Brizuel
Y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. Mateo 3:2.La voz que clamaba en el desierto era la voz de Juan. Su mensaje era directo, claro, sin medias palabras. Él no estaba preocupado en ser políticamente correcto. Tampoco era grosero, al punto de no considerar los sentimientos de las personas. Era un hombre de Dios, y sabía que su misión era preparar el terreno para la llegada de Jesús. Su mensaje era el arrepentimiento. "Arrepentirse", en griego metanoeo, significa cambiar de manera de pensar; dar media vuelta; reconocer que la senda que estás siguiendo está equivocada y regresar.Para los judíos, significaba volverse a Dios. ¿Por qué volverse? Porque te hiciste tuyo, cuando perteneces a Dios; te apoderaste de la vida que el Señor solamente te prestó. Dijiste, como el hijo pródigo: "Dame la parte de la hacienda que me pertenece", cuando nada es tuyo en realidad.Pero, el pensamiento del texto de hoy no es solamente un llamado al arrepentimiento, sino también muestra el secreto para el arrepentimiento. Porque el arrepentimiento genuino no es fruto del esfuerzo humano; ningún ser humano es capaz de reconocer que está errado y, mucho menos, de dar media vuelta. El ser humano es terco, por naturaleza. Y torpe. Porque, aunque sus intenciones sean las mejores, solo corre detrás de lo que le causa dolor.Juan enseña que el arrepentimiento es el resultado del acercamiento del Reino de los cielos; los otros evangelistas llaman, al Reino de los cielos, "Reino de Dios". El Bautista se refiere a Jesús: Jesús se acerca, y el resultado es el arrepentimiento. La iniciativa es divina; el Señor no me deja abandonado a mi triste decisión. Es verdad que yo había escogido el camino del mal, pero Jesús se acerca, el Reino de los cielos viene a mí, con el fin de mostrarme cuan insensato soy, y para mostrarme un camino mejor.No intentes cambiar de vida solo; no lo lograrás. Morirás, sangrando, en el desierto de tus buenas intenciones. Simplemente, permite que el Señor te alcance. ¡Deja ya de correr! ¡No te escondas en tu moralismo, ni en tus promesas ni en tu dominio propio! Solo déjate encontrar, porque desde la eternidad Jesús salió a buscarte.Enfrenta este nuevo día confiando en Jesús, y no en ti. Permite que el Señor trabaje en ti y por ti. Recuerda el mensaje de Juan: "Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado".Tomado de meditaciones matinales para adultosPlenitud en CristoPor Alejandro Bullón
"Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación, y la enseñanza. (1 Timoteo 4:13)Una canción que cantaba mi hijo mayor cuando apenas comenzaba a leer decía: «En los libros hallarás el tesoro del saber, para ti siempre será, si aprendes a leer». El apóstol Pablo sabía bien la importancia de mantener la mente instruida y ocupada con un buen libro, especialmente si se trata de la Biblia. Como cristianas debemos mantener nuestra mente ocupada con cosas buenas. Los libros inspirados por Dios constituyen la mejor opción para emplear bien el tiempo.Sin embargo, de nada nos vale tener amplios conocimientos teóricos si no somos capaces de ponerlos en práctica. Tener en las manos un buen libro es importantísimo porque puede influir en nuestra conducta, pero tenerlo y no dejar que su sabiduría produzca cambios en nuestra vida es perder el tiempo, y por qué no decirlo, la vida.La Biblia es el libro por excelencia. A través de ella conocemos la historia, disfrutamos de las hermosas canciones que danzan al ritmo del amor, la misericordia y el perdón. En ella el arqueólogo encuentra una inagotable fuente de descubrimientos, el geógrafo descubre el misterio de un mundo dividido en continentes y cubierto por océanos, hermosas playas y diversos tipos de terrenos. ¿Qué decir con respecto al pecador? El pecador halla en ella la fuente del perdón. ¿Y el desconsolado? Encuentra al Dios que enjuga toda lágrima, así como la persona que está de luto hallará la resurrección y la vida y el perdido encontrará el camino.Y para ti, ¿qué significa el libro de Dios? ¿Dedicas tiempo a meditar en lo que el Señor ha dejado escrito para que disfrutes de una vida plena? La Biblia es maravillosa para aquellos que hacen de ella su comida principal. Los que solo la tienen como un amuleto o como un libro más de su biblioteca, pierden las bendiciones infinitas que derivan de la comunión directa con su autor.Estudia la Biblia, recréate en la salvación que te ha sido dada como regalo. No dejes pasar un solo día sin leer la fuente inagotable de la vida.Tomado de meditaciones matutinas para mujeresDe la Mano del SeñorPor Ruth Herrera
Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Filipenses 4:12.La codicia que manifestó Acán al apropiarse del botín que le pertenecía a Dios es solo una cara de todas las que presenta este terrible pecado. Actualmente, la pérdida de valores y de identidad de las personas hace que cada ser humano "tenga un precio". Todavía recuerdo una película en la que los actores principales ilustraban este aspecto. Uno de ellos, queriendo demostrarle a su compañero que toda persona puede ser comprada, comenzó a poner servilletas de papel que simbolizaban billetes sobre la mesa. El otro, mostrándose firme en su decisión al principio, titubeó, pero le dio la razón cuando vio la mesa llena de servilletas. Si esas servilletas hubieran sido realmente billetes, él se habría vendido.Balaam fue un ejemplo viviente de los que se venden para hacer lo malo. Como profeta de Dios, sabía que Israel era un pueblo bendito, pero a su vez deseaba los honores y el dinero que el rey Balac le aseguraba si maldecía a los hebreos. Por eso no le importó maldecirlos. Al ir en contra de la voluntad divina, se prestó al servicio del rey moabita, pero Dios reemplazó el daño y puso una bendición en su boca.Y tú, ¿estarías dispuesto a hacer cualquier cosa con tal de recibir dinero? ¿Podrías llegar a transgredir la ley divina con el propósito de obtener riquezas? ¿Tienes un precio?Con cuánta razón Elena G. de White escribió: "La mayor necesidad del mundo es la de hombres que no se vendan ni se compren; hombres que sean sinceros y honrados en lo más íntimo de sus almas; hombres que no teman dar al pecado el nombre que le corresponde; hombres cuya conciencia sea tan leal al deber como la brújula al polo; hombres que se mantengan de parte de la justicia aunque se desplomen los cielos" (La educación, p. 57).En este día, el Dios de amor te invita a formar parte de este grupo de personas. Si aceptas el llamado divino, vivirás por el Señor sin importar las circunstancias, ya que aprenderás a "vivir humildemente, como a tener abundancia.. ,a estar saciado como a tener hambre". Aceptar su llamado significa no venderte, porque la honradez y la dedicación mostrarán la senda del deber como "la brújula al polo". Vivirás como Jesús vivió, y obtendrás el tesoro más valioso que puede poseer un mortal: la seguridad de la vida eterna.Tomado de meditaciones matinales para jóvenesEncuentros con JesúsPor David Brizuel