En los tiempos del apóstol Pablo era peligroso ser cristiano. En nuestro texto de hoy dice que vivía en continuo peligro de muerte. En aquella época de gobierno fue un emperador corrupto y caprichoso, una multitud podía levantarse en cualquier momento y acabar con el apóstol. De hecho, aunque el desenlace no fue fatal, eso le ocurrió muchas veces. Cada día exponía su vida por causa del evangelio, cosa que despertaba la ira de los judíos, de los paganos y del mismísimo Satanás. Era peligroso en todos sentidos.Según el argumento que el apóstol viene exponiendo con respecto a la esperanza cristiana basada en la resurrección de Cristo, afirma ahora que sería necio correr tantos riesgos si no tuviera ía firme esperanza de la resurrección. Como tenía esa firme esperanza, vivía cada día como muriendo; pero no de temor o por vivir en ascuas, sino con gozo santo y glorificado. Jesús dijo: «SÍ alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo». ¿Cómo? A menudo interpretamos malí este versículo. Creemos que se aplica a dejar algún mal hábito, práctica o costumbre. A veces uno piensa que tomar la cruz es dejar de hacer algo que realmente nos gusta. He escuchado otros que pensaban de la misma manera: «Mi cruz ha sido dejar el baile. Ya no puedo seguir bailando. Me gustaría hacerlo, pero esta es mi cruz». Pero Jesús no se refería a eso. No. La cruz es la negación del yo.Eí pastor Morris Venden dice: «Es la entrega de nosotros mismos: darle a Dios todo lo que somos. Por eso, cuando no entendemos bien ío que es la entrega, a menudo la soslayamos o la sustituimos por otra falsa. Si soy lo suficientemente grande y fuerte, y tengo suficiente personalidad y fuerza de voluntad para hacer esto o aquello, puedo engañarme a mí mismo al pensar que me estoy entregando a Dios. Si creo que puedo vencer mi tendencia a fumar, por ejemplo, y dejo de fumar por mí propia cuenta, prescindiendo del poder de Dios, habré creado una atmósfera en la cual voy a encontrar mi propia condenación. ¿Es esto posible? La realidad es que separado de Jesús puedo dejar de fumar, de beber, o de bailar solamente en forma externa, íntimamente seguiré en la misma condición. La cruz no consiste en dejar de hacer algo que nos gustaría hacer. Consiste en negarnos a nosotros mismos».Toma hoy la cruz, es decir, deja de luchar por ser bueno. Logra morir hoy dejando que Cristo viva en ti su propia vida.
Tomado de la Matutina Siempre Gozosos
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