Pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán (Isaías 40: 31).
No sé en cuantas ocasiones te has sentido sola y te has dado cuenta que las cargas y preocupaciones que hay en tu ser te debilitan; sientes que ya no puedes seguir adelante y que en algún momento quisieras vivir sola y lejos de todo aquello que te lastima. En el año 2007 yo cursaba mi segundo año de licenciatura en Educación Primaria, realmente gozaba de las vivencias y alegrías que se podían tener como estudiante en la Universidad de Montemorelos, sin embargo, de repente las cosas no empezaron a salir bien; todo lo que hacía salía mal, tuve problemas con mis jefes en el trabajo, con mis padres a la distancia y con mi novio. Me sentía tan mal que empecé a creer que la vida no tenía sentido. Mi situación era realmente extraña y fuera de control.
Luego conocí una maestra en la universidad que me ayudó mucho y a quien agradezco infinitamente. Las oraciones de mis padres fueron de gran ayuda para salir de este momento de descontrol en mi vida. Me decían: «Dios está contigo y nunca se ha apartado de ti, si caes él te ayudará a levantarte y con nuevas fuerzas, confía». Elena G. de White dice: «En medio de los peligros de estos últimos días, la única seguridad para la juventud está en la vigilancia y la oración siempre creciente [...] Los que así se ponen en comunión con Dios, son reconocidos por él como sus hijos e hijas. Se elevan constantemente obteniendo más claros conceptos de Dios y de la eternidad, hasta que el Señor hace de ellos conductos de luz y sabiduría para el mundo» (Mensajes para los jóvenes, p. 245).
Hoy gracias a Dios me encuentro mejor, gozo de la compañía de personas muy queridas. He tomado como parte de mi vida el texto de esta mañana: espero en el Señor y confió en que renovará mis fuerzas. Dios es grande y mayor que nuestros problemas. Él puede hacer que tu vida se vuelva un camino amplio y seguro por el que puedas transitar.
No sé en cuantas ocasiones te has sentido sola y te has dado cuenta que las cargas y preocupaciones que hay en tu ser te debilitan; sientes que ya no puedes seguir adelante y que en algún momento quisieras vivir sola y lejos de todo aquello que te lastima. En el año 2007 yo cursaba mi segundo año de licenciatura en Educación Primaria, realmente gozaba de las vivencias y alegrías que se podían tener como estudiante en la Universidad de Montemorelos, sin embargo, de repente las cosas no empezaron a salir bien; todo lo que hacía salía mal, tuve problemas con mis jefes en el trabajo, con mis padres a la distancia y con mi novio. Me sentía tan mal que empecé a creer que la vida no tenía sentido. Mi situación era realmente extraña y fuera de control.
Luego conocí una maestra en la universidad que me ayudó mucho y a quien agradezco infinitamente. Las oraciones de mis padres fueron de gran ayuda para salir de este momento de descontrol en mi vida. Me decían: «Dios está contigo y nunca se ha apartado de ti, si caes él te ayudará a levantarte y con nuevas fuerzas, confía». Elena G. de White dice: «En medio de los peligros de estos últimos días, la única seguridad para la juventud está en la vigilancia y la oración siempre creciente [...] Los que así se ponen en comunión con Dios, son reconocidos por él como sus hijos e hijas. Se elevan constantemente obteniendo más claros conceptos de Dios y de la eternidad, hasta que el Señor hace de ellos conductos de luz y sabiduría para el mundo» (Mensajes para los jóvenes, p. 245).
Hoy gracias a Dios me encuentro mejor, gozo de la compañía de personas muy queridas. He tomado como parte de mi vida el texto de esta mañana: espero en el Señor y confió en que renovará mis fuerzas. Dios es grande y mayor que nuestros problemas. Él puede hacer que tu vida se vuelva un camino amplio y seguro por el que puedas transitar.
Meyling D. Cervantes Ordoñez
Tomado de la Matutina Manifestaciones de su Amor.
Tomado de la Matutina Manifestaciones de su Amor.
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