Yo le digo al Señor: «Tu eres mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confío». Salmo 91:2.
Cuando Dios le dijo por tercera vez que orara, Norma estaba confundida.
-Señor –dijo-, no se de nada mas por lo que tenga que orar.
Miró alrededor y vio la Biblia y el himnario.
«Creo que los salmos son oraciones», pensó. Tomó la biblia y dejó que se abriera por si misma. Miró y vio que se había abierto por el Salmo 91, un salmo de confianza.
«¿Qué canto?», se preguntó. Abrio el himnario y el primer himno que vio era Señor Jesus, el dia ya se fue. Cantó todas las estrofas. Lo abrió por otra pagina. Era No me pases y cantó todas las estrofas. Una vez mas dejó que el himnario se abriera al azar. Esta vez era En Jesus por fe confio.
Pensando que Dios le permitirai volver a dormir, se metió otra vez en la cama.
-No duermas. ¡Ora!
Norma se dio cuenta de que también podía olvidarse de dormir. Durante cuatro horas leyó el Salmo 91 y cantó los tres himnos. Dios la devolvió a las mismas paginas una otra vez. A la mañana siguiente, cuando su hijo se despertó, la mente de Norma estaba completamente saturada con las palabras del Salmo 91 y los tres himnos.
Despues del culto matutino, comieron juntos el desayuno, empaquetaron sus cosas y se dirigieron a la parada del autobús.
Norma estaba un poco asustada con el viaje a casa. Debian cruzar un territorio que estaba en manos de las tropas rebeldes.
No sabia qué esperaba en los siguientes minutos.
(Continuará.)
Tomado de la Matutina El Viaje Increíble.
Cuando Dios le dijo por tercera vez que orara, Norma estaba confundida.
-Señor –dijo-, no se de nada mas por lo que tenga que orar.
Miró alrededor y vio la Biblia y el himnario.
«Creo que los salmos son oraciones», pensó. Tomó la biblia y dejó que se abriera por si misma. Miró y vio que se había abierto por el Salmo 91, un salmo de confianza.
«¿Qué canto?», se preguntó. Abrio el himnario y el primer himno que vio era Señor Jesus, el dia ya se fue. Cantó todas las estrofas. Lo abrió por otra pagina. Era No me pases y cantó todas las estrofas. Una vez mas dejó que el himnario se abriera al azar. Esta vez era En Jesus por fe confio.
Pensando que Dios le permitirai volver a dormir, se metió otra vez en la cama.
-No duermas. ¡Ora!
Norma se dio cuenta de que también podía olvidarse de dormir. Durante cuatro horas leyó el Salmo 91 y cantó los tres himnos. Dios la devolvió a las mismas paginas una otra vez. A la mañana siguiente, cuando su hijo se despertó, la mente de Norma estaba completamente saturada con las palabras del Salmo 91 y los tres himnos.
Despues del culto matutino, comieron juntos el desayuno, empaquetaron sus cosas y se dirigieron a la parada del autobús.
Norma estaba un poco asustada con el viaje a casa. Debian cruzar un territorio que estaba en manos de las tropas rebeldes.
No sabia qué esperaba en los siguientes minutos.
(Continuará.)
Tomado de la Matutina El Viaje Increíble.
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