Les aseguro que entre los mortales no se ha levantado nadie más grande que Juan el Bautista; sin embargo, el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él (Mateo 11:11).
Hoy es un día especial en Cuba, pues se conmemora el nacimiento de uno de sus pensadores y poetas más prominentes: José Martí. Nacido en 1853 en La Habana, hijo de españoles, dejó un legado literario, un pensamiento filosófico y convicciones tan firmes, que aun en nuestros días trasciende fronteras y épocas. Entre sus frases se encuentran algunas como: «A Dios no es necesario definirlo. La naturaleza lo define». «Jesús no murió en Palestina, sino que está vivo en cada hombre». «Para creer en el cielo que nuestra alma necesita, no es necesario creer en el infierno que nuestra razón reprueba». «La verdad se revela mejor a los pobres y a los que padecen». «Si la educación de los hombres es la forma futura de los pueblos, la educación de la mujer anuncia y garantiza los hombres que de ella han de surgir».
Son Hinchas las palabras escritas por su pluma que han convertido a este hombre en un paradigma de la sociedad. Sin embargo, su vida no fue larga. Murió en la plenitud de sus facultades físicas e intelectuales a la edad de 42 años, combatiendo por lo que había creído y defendido desde su más tierna edad.
La Biblia presenta a uno de los más grandes de la historia: Juan el Bautista. Aunque no contamos con una biografía amplia de él, sabemos que fue tal su entrega, que mereció el reconocimiento del mismo Cristo como el más grande nacido de mujer.
Ocupar un lugar prominente en la historia de este mundo es magnifico, aunque no deja de ser una gloria perecedera. ¡Cuánto más maravilloso será ver nuestro nombre escrito en el libro de la vida! Quizás tu pluma no sea tan profunda como la de Martí, o tal vez no seas una predicadora como Juan el Bautista, pero lo que Dios tiene para ti es formidable y grandioso. Descúbrelo. Vive para él, y disfrutarás la vida eterna.
Hay un lugar prominente para aquel que encuentra su cometido en la tierra.
Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera
Hoy es un día especial en Cuba, pues se conmemora el nacimiento de uno de sus pensadores y poetas más prominentes: José Martí. Nacido en 1853 en La Habana, hijo de españoles, dejó un legado literario, un pensamiento filosófico y convicciones tan firmes, que aun en nuestros días trasciende fronteras y épocas. Entre sus frases se encuentran algunas como: «A Dios no es necesario definirlo. La naturaleza lo define». «Jesús no murió en Palestina, sino que está vivo en cada hombre». «Para creer en el cielo que nuestra alma necesita, no es necesario creer en el infierno que nuestra razón reprueba». «La verdad se revela mejor a los pobres y a los que padecen». «Si la educación de los hombres es la forma futura de los pueblos, la educación de la mujer anuncia y garantiza los hombres que de ella han de surgir».
Son Hinchas las palabras escritas por su pluma que han convertido a este hombre en un paradigma de la sociedad. Sin embargo, su vida no fue larga. Murió en la plenitud de sus facultades físicas e intelectuales a la edad de 42 años, combatiendo por lo que había creído y defendido desde su más tierna edad.
La Biblia presenta a uno de los más grandes de la historia: Juan el Bautista. Aunque no contamos con una biografía amplia de él, sabemos que fue tal su entrega, que mereció el reconocimiento del mismo Cristo como el más grande nacido de mujer.
Ocupar un lugar prominente en la historia de este mundo es magnifico, aunque no deja de ser una gloria perecedera. ¡Cuánto más maravilloso será ver nuestro nombre escrito en el libro de la vida! Quizás tu pluma no sea tan profunda como la de Martí, o tal vez no seas una predicadora como Juan el Bautista, pero lo que Dios tiene para ti es formidable y grandioso. Descúbrelo. Vive para él, y disfrutarás la vida eterna.
Hay un lugar prominente para aquel que encuentra su cometido en la tierra.
Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera
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