jueves, 13 de enero de 2011

¿TE GUSTA IR A LA IGLESIA?

«Yo me alegro cuando me dicen: "Vamos a la casa del Señor"», Salmos 122: 1.

Hace algunos años, conocí a una ancianita que tenía una familia numerosa, muchos hijos, nietos y bisnietos. Toda su familia la quería mucho. En la población donde vivía, todos la conocían. Debido a su edad, todos trataban de atenderla lo mejor posible, pero la mayor alegría de la ancianita era que llegara el sábado. Cuando se acercaba la hora del servicio, las personas que la veían caminar ya sabían que iba a la iglesia. Siempre era la primera en llegar. Nunca tenía pretextos para no asistir. Su vida giraba en torno a la iglesia.
También me contaron de otra familia en una ciudad distinta. Cada sábado, cuando se preparaba para salir a la iglesia, el perro que tenían también se alistaba, meneaba la cola y se adelantaba a la puerta. Cuando la familia llegaba, él ya estaba esperando para dar la bienvenida. ¿Cómo sabía que era sábado? ¿Cómo sabía que ese día había que ir al templo? No te lo podría explicar.
Y tú, ¿qué piensas cuándo te dicen tus padres que hay que ir a la iglesia? ¿Te preparas con gusto rápidamente? Nunca pienses que es mejor no ir. Nada de pretextos ni inventar que tienes «sabatitis» (malestar sabatino que empieza en la mañana y se alivia en la tarde), como algunas personas.
Ojalá puedas decir lo mismo que el rey David en el texto de hoy. Alégrate con tu hermandad de la iglesia, alabando a Dios en su casa de oración. Así conservarás tu conexión con Cristo.

Tomado de meditaciones matinales para menores
Conéctate con Jesús
Por Noemí Gil Gálvez

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