lunes, 11 de julio de 2011

ALIMENTACIÓN SALUDABLE

Se levantó, pues, y comió y bebió; y fortalecido con aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios. 1 Reyes 19:8.

¿Cuáles son tus comidas preferidas? ¿Consumes solo aquellos alimentos e te agradan, o también ingieres los que no te gustan tanto, pero que son saludables? ¿Pensaste alguna vez que tu alimentación y tu vida espiritual están íntimamente relacionadas?
Cuando Dios escogió al pueblo de Israel como depositario de la verdad y como comunidad que habría de esperar la llegada del Mesías, los preparó para estar a la vanguardia de los pueblos de la tierra. Antes de poseer la tierra prometida, ellos recibieron un código moral y ético que es referencia hasta el día de hoy; además recibieron instrucciones financieras, normas para atender a los enfermos y consejos acerca de qué alimentos consumir para preservar la salud. Ningún otro pueblo de la tierra tuvo este privilegio.
Si bien nos manejamos en una sociedad que tiene el apetito pervertido y que prefiere "curar" antes que prevenir, los cristianos no podemos caer en semejante pecado. Es un privilegio poseer buena salud; y cuidarla es una responsabilidad ante nosotros mismos y ante Dios. El exceso de alimentos con alto contenido graso y de azúcares deteriora el sistema digestivo, y a la larga afecta a todo el cuerpo. La enfermedad no es solo producto del sedentarismo y del estrés, sino también de la mala calidad de los alimentos consumidos. Por eso, la alimentación basada en verduras, frutas, hortalizas y legumbres, te ayudarán a nutrir y purificar todo tu organismo.
La Biblia no hace una larga descripción de los alimentos que consumió Elías antes de partir a Horeb, solo nos menciona que Dios se los proveyó, y que "fortalecido con aquella comida, caminó cuarenta días y cuarenta noches". ¡Imagínate cuánto rendiríamos en un partido de fútbol si siguiéramos el consejo divino! ¡Podríamos jugar varios partidos sin parar y sin que se afecte nuestra habilidad!
Nuestro Padre celestial nos ha enviado instrucción especial en este tiempo respecto de cómo alimentarnos sanamente. Nuestro deber es seguir su consejo, como lo hizo Elías.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

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