domingo, 6 de noviembre de 2011

LA CIZAÑA SE VA, EL TRIGO SE QUEDA

De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo. Mateo 13:40.

Al llegar a mi primer distrito, salí junto a otro joven a visitar a todos los hermanos de iglesia. En una de esas visitas, llegué al hogar de unos hermanos que hacía meses que no asistían al templo. En medio del diálogo salió la "razón" por la que no iban a la iglesia: "Pastor, mi padre estuvo muy enfermo en el hospital, y solo tres personas se acercaron a visitarlo. ¿Esta es la iglesia de Cristo? Ni siquiera el otro pastor vino a verlo; y eso que mi padre estaba muy grave. No podemos continuar yendo a un templo que predica una cosa y hace otra".
En muchas ocasiones a lo largo de mi ministerio me ha tocado visitar personas que se apartaron de la fe porque se veían a sí mismas como muy buenas, a la vez que observaban cuánta cizaña había en la iglesia. Pero lo más triste de todo es que si bien la Biblia advierte que en la iglesia iban a estar representados los dos grupos (trigo y cizaña) antes de la venida de Cristo, la cizaña finalmente sería arrancada y solo quedaría el trigo. Explícitamente el Señor Jesús declaró: "De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo" (Mat. 13:40). No es el trigo quien abandona la iglesia, no son los cristianos sinceros y cabales los que formarán otro rebaño en el nombre de Jesús, sino que es Dios mismo quien se encargará de limpiar su casa de estos hermanos falsos. La mensajera del Señor corrobora esta afirmación de forma clara: "A medida que las pruebas nos rodeen, se verán separación y unidad en nuestras vidas. Algunos que están ahora listos para tomar las armas de la lucha, demostrarán en tiempo de verdadero peligro que no han edificado sobre la roca; cederán a la tentación. Los que han tenido gran luz y privilegios preciosos, pero no los han aprovechado, con un pretexto u otro nos abandonarán. No habiendo recibido el amor de la verdad, serán arrebatados por las seducciones del enemigo; prestarán oído a espíritus seductores y doctrina de demonios, y se apartarán de la fe" (Testimonios selectos, t. 4, p. 429).
La cizaña dejará de estar algún día en nuestros templos, y el trigo permanecerá para recibir al Señor Jesús cuando vuelva a la tierra.
Comienza este día con un pacto: Pídele a Jesús que siempre te acompañe, para que jamás abandones su iglesia. Decide formar parte del grupo que permanece; decide ser parte del "trigo".

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

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