domingo, 6 de noviembre de 2011

AUTORIDAD

Porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. Mateo 7:29.

¿Sabías que muchas personas fracasan, como esposos y padres, porque no saben liderar? Y el liderazgo no tiene que ver solo con técnicas, estrategias o títulos. Conozco personas muy preparadas en estudios de liderazgo, pero, desdichadamente, son pésimos líderes; todo el mundo lo sabe, menos ellas. La propia persona cree que es un gran líder porque todos hacen lo que ella quiere, pero no percibe que la gente la sigue por miedo.
El líder tiene poder; el poder del cargo. Pero, el poder del puesto no es el poder del amor, que solo poseen quienes temen al Señor. Jesús es el mejor ejemplo de eso. La Biblia dice que, cuando él hablaba, lo hacía con autoridad, y no como los escribas. ¿De dónde provenía su autoridad? ¿Qué tipo de autoridad era esa? Era la autoridad de la humildad, del amor, de la capacidad de entendimiento. Un poder que conquistaba el corazón de las personas; y ellas dejaban todo por seguirlo, hasta el fin.
Si yo, como cristiano, busco todos los días a Jesús y aprendo de él, con toda seguridad me convertiré en un hombre de Dios, humilde, y no necesitaré de un cargo para conquistar el corazón de las personas, llámense esas personas esposa, hijos o miembros de iglesia.
Me emociona pensar en el liderazgo de Jesús. ¿Qué había en él, que era capaz de hacer que los hombres que él llamó dejasen sus carreras profesionales, con el fin de volverse seguidores de un carpintero, criticado y condenado por los hombres de influencia de sus tiempos?
Tú y yo tenemos, hoy, la responsabilidad de aprender más de Jesús, si deseamos ser discípulos, o líderes. Autoridad, por simple autoridad, todo el mundo la desea. Pero, el privilegio más grande del ser humano es poseer la autoridad de Jesús, frente a la cual hasta las fuerzas del mal temblaban.
Jesús es la Fuente de esa autoridad. Él no vino al mundo solo para enseñarnos a ejercer autoridad, sino para enseñarnos cómo se logra esa autoridad. Y lo hizo subiendo al Monte, a buscar a su Padre en oración. Esto no lo aprenderás en las más grandes escuelas de liderazgo ni de calidad total; eso solo lo alcanzas de rodillas, pasando mucho tiempo en oración.
Que este sea, en tu vida, un día de victoria y de autoridad. Pero, recuerda que Jesús "les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón

No hay comentarios:

Publicar un comentario