miércoles, 18 de enero de 2012

¿DEMOND QUÉ?

Ten presente al Señor en todo lo que hagas, y él te llevará por el camino recto. Proverbios 3:6.

Desmond Doss. Este es el único miembro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día que ha recibido la Medalla de Honor del Congreso de los Estados Unidos.
¿Qué hizo Desmond para merecer esa distinción? Fue un héroe del ejército estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial. Pero uno de esos héroes que nadie imagina. Desde el momento en que se integró al ejército, Desmond dejó en claro que no portaría armas y que sería fiel a sus convicciones religiosas. En casos como estos, el gobierno concede a los objetores de conciencia —así se los llama— la oportunidad de colaborar por medio de la asistencia a los heridos en el frente de batalla. Fue así como Desmond fue asignado a la 307a División de la Infantería de Marina. No pasó mucho tiempo, sin embargo, sin que comenzaran los problemas.
Un sábado, un sargento le ordenó incorporarse a las tareas de limpieza.
—Mi sargento —le dijo Desmond—, yo soy adventista del séptimo día. Hoy es nuestro día de reposo.
—¿Qué diablos es un adventista? —gritó el sargento—. ¿Y por qué no quieres limpiar, hijito de mamá?
—No tengo problemas para limpiar, mi sargento, pero no puedo hacerlo en sábado.
—¡Cómo que no puedes! ¡Ponte a trabajar ahora mismo!
Desmond no obedeció y ya sabemos lo que esto significa en el ejército. Se decidió darlo de baja, por «inestabilidad mental». Cuando compareció ante los que tenían que decidir su suerte, Desmond se defendió:
—¿Por qué quieren darme de baja? ¿No están contentos con mi trabajo?
—El problema no es tu trabajo —le respondieron—. Eres muy estricto con tu religión.
—Si mi trabajo no es el problema —replicó Desmond—, entonces es el sábado. Lo siento, señores. No puedo aceptar esta decisión. Si soy fiel a Dios, él me dará sabiduría para atender a los heridos cuando me necesiten, incluso los sábados (Desmana Doss. Canscientious Objectar [Desmond Doss: Objetor de conciencia], p. 56).
La comisión decidió no darlo de baja, sino cambiarlo de unidad. Pero los problemas continuaron. El precio que estaba pagando por su fidelidad estaba resultando demasiado elevado, pero Desmond decidió mantenerse fiel a sus convicciones sin importar cuál fuera el costo. Y Dios no lo defraudó. Desmond Doss, «el hijito de mamá», a quien quisieron dar de baja «por inestabilidad mental», resultó ser el soldado más valiente de la batalla de Okinawa.
Ayúdame, Señor a ser fiel a mis convicciones, no importa el precio que tenga que pagar.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
Dímelo de frente
Por Fernando Zabala

No hay comentarios:

Publicar un comentario