Confortará mi alma. Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre (Salmo 23: 3).
Marta se acercó a la cama y se dejó caer sobre ella. Las lágrimas brotaban de sus ojos. Parecía que todo lo que le había enseñado a su hijo había caído en saco roto. Aquel joven se había iniciado en el mundo de las drogas a la edad de doce años. Ella se preguntaba: «¿Por qué lo hizo? ¿Cómo no nos dimos cuenta?». Como madre sentía un gran dolor, desilusión y frustración.
Cuando nuestros hijos son pequeños, pensamos que nada podrá dañarlos. Creemos que educarlos en una institución cristiana los librará de cualquier peligro y confiamos en que eso será suficiente. Nos parece que no necesitan nuestra compañía, porque recibirán instrucción y ejemplo de sus maestros cristianos: «Lo que yo no les dé, ellos se los proporcionarán», pensamos.
Nos afecta la dejadez y así pasan los días sin que nos demos cuenta de que el enemigo está al acecho de sus vidas. Elena G. de White dice: «Satanás hace esfuerzos especiales para inducirlos a encontrar su felicidad en los placeres mundanos. Presenta la senda de la santidad como si fuera difícil» (Mensajes para los jóvenes, p. 261).
Mientras vivamos en este mundo, el dolor será una realidad Dios no nos puede librar de las dificultades ni del dolor que nos producen los problemas de nuestros hijos, como en el caso de Marta. Pero sí puede ayudarnos a lidiar con el sufrimiento. Dios promete escuchar nuestra voz cuando nos sintamos presionadas por las crisis de aquellos que amamos, y promete fortalecernos. Jesús estará a tu lado, querida madre. No permitas que el maligno destruya tu fe ni tu corazón. Recuerda que el sol sale para buenos y malos, como dice la Palabra de Dios. Él está con nosotros cuando al atravesamos el valle de las sombras.
El Señor nos guía, nos conforta, nos da la paz y la seguridad que necesitamos. Únicamente debemos acercarnos a él cada día. Sin Jesús, el camino se hará más largo. Lo que necesitas es pedirle al Señor que te conceda fortaleza, y Dios «confortará tu alma y te guiará por sendas de justicia por amor a su nombre».
Toma de Meditaciones Matutinas para la mujer
Una cita especial
Textos compilados por Edilma de Balboa
Por Mirna Jares, es peruana. Máster en Relaciones familiares
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