«Luego lavará su ropa y se lavará a sí mismo con agua, y después podrá entrar en el campamento, aunque quedará ritualmente impuro hasta la tarde» (Números 19:7).
Números 19:7 nos dice que el sacerdote tenía que lavarse con agua después de hacer sacrificios especiales. ¡Qué maravillosa es el agua! La mayor parte de la tierra está cubierta por ella. Nuestro cuerpo está compuesto mayormente por agua. Un tomate es casi todo agua. Necesitamos agua por dentro para que nos purifique y la necesitamos por fuera para que nos limpie.
En algunos lugares podemos encontrar agua apenas a unos pocos centímetros debajo de la tierra, mientras que en otros lugares hay que cavar decena, de metros para conseguirla. El agua cae del cielo y hace que las plantas crezcan. Después del aire el agua es lo que más necesita tu cuerpo. Sin ella apenas podríamos vivir unos cuatro días. Sí, el agua es muy importante.
Así como el agua es necesaria para vivir; el perdón que viene de Dios, es necesario para vivir eternamente. Sin el perdón no podríamos pasar la eternidad con Jesús. El perdón limpia tu corazón del pecado y le hace sentir muy bien. Pídele a Jesús que perdone tus pecados en este momento y experimenta lo bien que se siente al ser lavado por el perdón.
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush
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