jueves, 12 de julio de 2012

¿CÓMO JUSTIFICAR LOS INJUSTIFICABLE?


No se dejen engañar. Ustedes bien saben que los que hacen lo malo no participarán en el reino de Dios. 1 Corintios 6:9, TLA

Según Marian Wallace y Vanessa Warner, cada año en los Estados Unidos unas cuarenta mil personas se infectan con el virus del sida; un millón de adolescentes resultan embarazadas; y más de un millón de bebés mueren producto de abortos, de los cuales un veinte por ciento corresponde a embarazos adolescentes («Abstinence: Why Sex Is Worth the Wait» [Abstinencia: Por qué vale la pena esperar]; www.cwa.org).
¿Se necesitan acaso cifras más convincentes para mostrar que las relaciones sexuales fuera del matrimonio son una verdadera plaga? Para los defensores del «sexo seguro» sí, porque siguen tratando de justificar lo injustificable. Para ello echan mano de varias «verdades a medias». He aquí algunas, según se presentan en un artículo de la revista Prioridades (agosto, 2008, pp. 4, 5).
Todo el mundo lo está haciendo. Esta afirmación es falsa. Son muchos los jóvenes que han decidido conservarse sexualmente puros hasta el día de su boda. Estos jóvenes no están dispuestos a perder su integridad en relaciones sexuales sin el sentido de compromiso que caracteriza la relación íntima en el matrimonio.
El sexo es una necesidad biológica. Sí lo es, pero no sabemos de ningún joven que haya muerto por no tener relaciones sexuales antes del matrimonio. En cambio sí sabemos de muchos que han arruinado su vida por mantener relaciones sexuales sin casarse. 
Los relaciones prematrimoniales ayudan a perfeccionar la técnica sexual. Si solo de técnica se tratara, entonces tendríamos que admitir que quienes frecuentan prostíbulos y las prostitutas veteranas serían los mejores candidatos para un matrimonio feliz. Pero sabemos que la realidad es otra, porque «no solo de técnica vivirá un matrimonio».
Nos permiten saber si somos compatibles sexualmente. El problema con esta afirmación es que choca de frente con investigaciones serias que muestran que la «compatibilidad sexual» no es garantía de felicidad matrimonial.
La lista de «medias verdades» podría continuar, pero no vale la pena. A simple vista, aparecen como lo que son: excusas para justificar injustificable. Para el joven cristiano, en cambio, la opinión que cuenta es la Dios.  ¿Qué piensa Dios de las relaciones sexuales fuera del matrimonio?
La Palabra de Dios dice que ni los fornicarios ni los adúlteros heredarán el reino de Dios. ¡Y Punto! 
Señor, ayúdame hoy y siempre a conservar mí cuerpo y mi mente puros.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
Dímelo de frente
Por Fernando Zabala

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