Encomienda a Jehová tu camino, confía en él y él hará (Salmo 37:5).
Respecto a un noviazgo a veces nos preguntamos: ¿Cuánto durará esta relación? ¿Funcionará? Quizá no encuentres respuestas de inmediato, sobre todo si eres parte de la ecuación. Sin embargo, piensa que Dios siempre desea lo mejor para nuestras vidas: desde el mejor compañero hasta el mejor trabajo.
Rafael era un joven entusiasta y alegre. Con el deseo de salir adelante abandonó el hogar paterno y vino al norte del país para trabajar. Nos conocimos en la iglesia, y después de algún tiempo nos hicimos novios. Un día él decidió ir a estudiar Teología a una de nuestras instituciones. Después de dos meses regresó y me dijo: «No volveré a la universidad. He decidido irme a los Estados Unidos». Aunque no estuve muy de acuerdo, poco podía hacer respecto a una decisión que él ya había tomado.
Mi madre y yo decidimos poner aquel noviazgo en oración, con el fin de saber si valía la pena que yo esperara a Rafael. Después de orar durante ocho meses nos llegó la respuesta. Una mañana muy temprano mamá me dijo: «A noche el Señor me habló». No me extrañó la frase, pues no era la primera vez que ella decía eso. «¡Tienes que olvidarte de esa relación con Rafael, porque no va a regresar!». No lo entendí en aquel momento, pero así lo hice. Sin dar explicaciones, di por terminado nuestro noviazgo.
El tiempo pasó. Un día recibí una noticia inesperada. El pastor de mi iglesia me envió un mensaje a través de mi hermano, quien finalmente me dijo: «Rafael murió». Entonces recordé que esa era la razón por la que Rafael no iba a regresar al país. Era lo mismo que el Señor le había dicho a mamá hacía año y medio.
Tengo la convicción de que Rafael descansa en el Señor. Su familia ha aceptado el evangelio a raíz de aquel suceso, era uno de sus deseos. Será una sorpresa cuando él se encuentre con ellos en el reino eterno. El Señor los reunirá para que no se separen jamás. Dios manifiesta su poder de muchas formas. Si se lo permitimos, el Señor nos irá indicando el camino mientras nos lleva en sus brazos de amor.
Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Una cita especial
Textos compilados por Edilma de Balboa
Por Cruzy Hernández escribe desde Baja California, México.
No hay comentarios:
Publicar un comentario