jueves, 16 de agosto de 2012

¿A QUÉ LLAMAS TÚ «FRACASO»


¡Gracias a Dios que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo! 1 Corintios 15: 57

¿Con base en qué criterios se puede decir que una persona es un fracaso? El siguiente relato, que cuenta William Bennett, nos puede ayudar a entender este tema.
Es el caso de un hombre que se consideraba un fracasado. Entonces un amigo le recomendó que hablara con un anciano sabio que vivía en el pueblo. Y así lo hizo.
—Necesito de su ayuda, maestro —dijo el hombre—. De cada dos proyectos que emprendo, fracaso en uno. ¿Qué me recomienda?
—Vaya a la biblioteca del pueblo —le dijo el anciano—, y lea la página 720 del Almanaque mundial.
El hombre fue a la biblioteca y encontró que en esa página del Almanaque Mundial aparecía una lista de los grandes bateadores del béisbol de todos los tiempos. En el tope se encontraba Ty Cobb, con un promedio al bate de .367. «No entiendo lo que este nombre me quiere decir», pensó. Y fue de nuevo donde el anciano.
—Amigo, ¿qué tiene que ver Ty Cobb con mis fracasos?
—¿Te diste cuenta de que su promedio fue de .367? Eso significa que tuvo éxito aproximadamente en una de cada tres veces al bate. Es decir, fracasó dos de cada tres veces. Y se le considera el más grande de todos los tiempos (The Book ofVirtues for Young Peopk [El libro de las virtudes para jóvenes], p. 211).
Dicho de otra manera, ni siquiera los mejores en su especialidad logran un cien por ciento de acierto. Y ellos lo saben. Por eso se preparan bien para hacer lo mejor que pueden, conscientes de que se equivocarán. Pero prefieren equivocarse a cruzarse de brazos sin hacer nada en la vida. Esta idea la expresó muy bien un autor anónimo cuando escribió:
«El hecho de que fracase...
— No significa que soy un fracasado. Significa que he aprendido algo.
— No quiere decir que soy un tonto. Quiere decir que tuve el valor de intentarlo.
— No significa que soy inferior. Significa que no soy perfecto.
Algo más: Que fracasemos al tratar de hacer algo no significa que Dios nos haya abandonado. Significa que todavía nos está enseñando. De manera que, aprendamos de nuestros fracasos y, con el poder de Dios, sigamos adelante.

Ayúdame, Señor, a aceptar mis errores como parte de mi proceso de desarrolla

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
Dímelo de frente
Por Fernando Zabala

No hay comentarios:

Publicar un comentario