«Mostraré en el cielo grandes maravillas, y sangre, fuego y nubes de humo en la tierra» (Joel 2:30).
Qué tarde se nos ha hecho esta noche, pero esta hora es ideal para contemplar el cielo nocturno. Caminemos hacia esa colina para que nada interrumpa nuestra visión. Mira la Luna, las estrellas y algunos planetas, todos los astros que Dios puso en el cielo en perfecto orden. En verdad son «grandes maravillas».
Mira ahora para allá. ¿Ves esa hermosa cortina brillante en el cielo? Bueno, en realidad no es una cortina, sino la aurora boreal. Esta solo se ve en aquellos lugares que están muy al norte de la tierra, y es bellísima.
Yo opino que Dios no estaba obligado a hacer el cielo tan maravilloso, pero lo hizo para que nosotros tuviéramos algo hermoso que disfrutar. Y es que Dios ama la belleza. A él le encanta ver la belleza de las cosas que creó en la naturaleza, y sonríe cuando ve que sus hijos son personas hermosas y bondadosas. ¿Eres tú un cristiano bondadoso? ¿Mostrarás hoy a los que te rodean a un Salvador maravilloso, a través de tu alegría? Cuéntale a un amigo que amas a Jesús y regálale un poco de belleza a su vida.
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush
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