viernes, 24 de agosto de 2012

MUJERES AUTÉNTICAS


El labio veraz permanece para siempre (Proverbios 12:19).

En cada aspecto de la vida debemos desempeñar un determinado papel: en el trabajo, en la calle, en nuestro hogar... Como madre, esposa o hija, hermana y amiga es necesario que asumas una actitud para enfrentar la vida. Sin embargo, lo más importante es que ¡nos debemos nosotras mismas! Quizás intentemos ser otra persona, aunque en nuestro interior estemos llenas de belleza emocional y espiritual. Pidamos a Dios que haga brotar todo lo bello y positivo de una forma espontánea y sincera.
Hemos de esforzarnos por desarrollar en nuestras vidas características espirituales genuinas como la bondad, la franqueza y la espontaneidad, o la veracidad. El hecho de que muchas veces nos equivoquemos no nos debe impedir que nos desempeñemos en nuestro espacio tal y como somos. Lo importante es que detrás de todo se encuentre el deseo de servir y apreciar a quienes nos rodean.
En el entorno familiar y en la iglesia se muestra nuestra verdadera naturaleza. Nuestro esposo, nuestros hijos, nuestros hermanos pueden percibir claramente quiénes somos. Esa interacción nos permitirá identificar nuestros defectos para someterlos a Dios con la súplica de que sea él quien nos cambie y nos permita ascender hacia una dimensión espiritual más elevada. «Las palabras veraces y sinceras de un hijo o una hija de Dios, dichas con sencillez natural, abrirán la puerta de corazones que habían estado durante mucho tiempo cerrados» (Obreros evangélicos, p. 75).
«Dios pide obreras fervientes, que sean prudentes, cordiales, tiernas y fieles a los buenos principios. Llama a mujeres perseverantes, que aparten su atención del yo y la• conveniencia personal, y la concentren en Cristo, hablando palabras de verdad, orando con las personas a las cuales tienen acceso, trabajando por la conversión de las almas. I... ] ¿Se levantarán nuestras hermanas para hacer frente a la emergencia?» (Hijas de Dios, p. 11).
En cada una de nuestras acciones debemos dejar un sello que nos identifique como mujeres auténticas, llenas del Espíritu de Dios.

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Una cita especial
Textos compilados por Edilma de Balboa
Por Lidia de Pastor

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