Te desposaré conmigo en fidelidad, y tú conocerás al Señor (Oseas 2:20).
Como cristianos, el amor es el fundamento de toda nuestra identidad. Nuestro renacimiento espiritual sucedió porque "de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en él, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:16).
Jesús declaró que el mandamiento más importante es: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu fuerza, con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo" (Lucas 10:27). Las personas deben distinguirnos como discípulos de Cristo por el amor que tenemos unos por otros (Juan 13:35). Nuestra existencia está arraigada y cimentada en amor (Efesios 3:17) y este amor debe expresarse con pasión y fervor (1 Pedro 4:8). Es una cualidad en la que debiéramos "abundar" más y más (1 Tesalonicenses 3:12), progresar en ella y dejar que cada vez nos defina mejor.
Así que si fuimos creados para comunicar amor, ¿qué haces cuando alguien rechaza tu amor? ¿Qué haces cuando la persona a la que le entregaste tu vida deja de aceptar el amor que eres llamado a dar? El relato del profeta Oseas en la Biblia es asombroso. Contra toda lógica y decoro, Dios le ordenó que se casara con una prostituta. Quiso que el matrimonio de Oseas mostrara cómo era el amor incondicional del Cielo hacia nosotros. La unión de Oseas con Comer produjo tres hijos, pero, como era de esperar, esta mujer no se conformó siéndole fiel a un solo hombre. De manera que Oseas tuvo que lidiar su corazón roto y con la vergüenza del abandono.
La amó, pero ella rechazó su amor. Se habían acercado, ella fue desleal y adúltera y lo rechazó por la lujuria de completos extraños.
Reflexión: PROCURARÉ CON LA AYUDA DE DIOS MANIFESTAR MI AMOR INCONDICIONALMENTE.
PÍDELE HOY A DIOS QUE SE REFLEJE SU AMOR EN TI PARA QUE PUEDAS AMAR CON TODO TU CORAZÓN.
Tomado del 50 días de Oración
Por Pr. Juan Caicedo Solís
Secretario Ministerial, Dir. Hogar y Familia
Unión Colombiana del Sur
No hay comentarios:
Publicar un comentario