jueves, 11 de octubre de 2012

¿QUÉ TIENE DE MALO? - 2


Huyan de la inmoralidad sexual. 1 Corintios 6:18, NVI

Por qué un joven debe esperar hasta el matrimonio para disfrutar de la vida ¿.sexual con su pareja? Ayer dijimos: Porque así lo dispuso Dios, el Creador, quien sabe lo que es mejor para sus criaturas. Y hoy añadiremos una razón más: por las consecuencias.
El caso de una parejita a quienes llamaremos Jennifer y Luis, quienes tuvieron relaciones sexuales sin estar casados, servirá para ilustrar el punto. Aunque tomaron sus «precauciones», Jennifer terminó embarazada. Cuando Luis supo del embarazo se perdió del mapa. Jennifer creyó que él la amaba y la apreciaba por lo que ella era, por sus cualidades, pero entonces se dio cuenta de que su cuerpo fue usado y luego puesto a un lado como un objeto desechable.
Por otra parte, Jennifer siente temor. ¿Qué será de su vida y la de su bebé? También se siente culpable. Le falló a Dios y a los seres que más quiere en la vida: sus padres. ¿Y qué será de sus estudios? Solo una cosa parece estar clara: su vida no será la misma después de lo ocurrido.
Precisamente, para evitar estas lamentables consecuencias, Dios estableció en su Palabra que las relaciones sexuales solamente son correctas entre un hombre y una mujer casados. Pero hay quienes enseñan otra cosa: «Haz lo que tu corazón te pide»; «No puede ser malo si todo el mundo lo hace»; etc. Esta filosofía de la vida se conoce con el nombre de relativismo moral: la creencia de que nada es bueno o malo en sí mismo, sino que cada acto debe ser juzgado de acuerdo a las circunstancias. Una filosofía muy atractiva, ¡pero que no funciona! Que lo digan los miles de jóvenes que han arruinado sus estudios, su salud, su futuro, ¡su vida! ¡Todo por no esperar!
Los hechos demuestran que vale la pena obedecer lo que Dios ordena en su Palabra. Que lo digan los millones de matrimonios que hoy disfrutan, como Dios manda, de ese precioso regalo que es el sexo: sin sentimientos de culpa, sin traumas, sin temores.
Resuelve mantenerte sexualmente puro para el día de tu boda. No es fácil lograrlo en esta sociedad ebria de sexo, pero Dios te va a ayudar y tu futura pareja lo va agradecer. 
Señor, ayúdame a conservarme sexualmente puro para mi matrimonio.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
Dímelo de frente
Por Fernando Zabala

No hay comentarios:

Publicar un comentario