jueves, 18 de octubre de 2012

PIDAN SIN DUDAR


Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. (Santiago 1:6).

Si permitimos que nos embargue la duda quizá a veces no podamos ver lo grande y maravilloso que es nuestro Padre celestial. Cuando no encontramos una solución para nuestros problemas por lo general acudimos a él. Es entonces cuando nos acordamos de ese Dios maravilloso que está dispuesto a socorrernos y a escuchar nuestras plegarias. Lamentablemente, es así.
Cierto día me encontraba en la universidad pensando en la forma en que podría regresar a casa esa noche. Desde muy temprano comencé a pedirle a Dios en oración que por favor me enviara a alguien, y que además esa persona estuviera dispuesta a acompañarme durante el trayecto desde la parada hasta mi casa. ¡Saben que nunca olvidaré esa experiencia y la forma en que Dios contestó mi oración! Él nos dice: «Clama a mí y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces» (Jer. 33:3).
«La oración es la respuesta a todo problema en la vida, nos pone a tono con la sabiduría Divina, la cual sabe cómo ajustar cada cosa perfectamente. A menudo dejamos de orar en ciertas situaciones porque desde nuestro punto de vista, estas aparentan sin solución. Pero nada es imposible para Dios. Nada es tan enredado que no pueda ser resuelto» (Review and Herald, 7 de octubre de 1865).
En el Salmo 37:5 leemos: «Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él y él hará». Cualquier cosa que necesitemos, si confiamos en Dios, él la suplirá. Si alguna cosa nos causa preocupación o ansiedad, dejemos de hablar de ella para confiar enteramente en Dios. Así que clamemos al Señor, pero sin dudar, porque fiel es el que prometió.
Señor, gracias porque siempre estás a nuestro lado. Te pido que me ayudes a confiar en ti en todo, sin importar la envergadura de mis problemas.

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Una cita especial
Textos compilados por Edilma de Balboa
Por Celia Toda

No hay comentarios:

Publicar un comentario