La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo. Santiago 1:27.
La religión de la Biblia no es una pieza de ropa que puede ponerse o quitarse cuando se quiera. Es una influencia que todo lo trasciende y nos lleva a ser seguidores de Cristo pacientes y sacrificados, haciendo lo que él hacía, caminando como él caminaba... Esta religión nos enseña a ejercer la paciencia y a ser sufridos cuando estamos en lugares donde recibimos un trato duro e injusto...
Pero si permanentemente hacemos de la Palabra de Dios un principio de vida, cada cosa que hagamos, cada palabra o acto, por común que fuere, pondrá de manifiesto que estamos sujetos a Cristo Jesús, al que hemos sometido en cautiverio nuestros pensamientos. Si la Palabra de Dios es recibida en el corazón, lo vaciará de la suficiencia propia y de la autodependencia. La vida llegará a ser un poder para el bien debido a que el Espíritu Santo henchirá la mente con los asuntos de Dios. Practicaremos la religión de Cristo, porque la voluntad estará en perfecta conformidad con la de Dios...
"Escudriñad las Escrituras". Ningún otro libro le dará pensamientos tan puros, elevadores y ennoblecedores; de ningún otro libro usted puede obtener una experiencia religiosa profunda. Cuando usted dedica tiempo al examen propio, a la oración humilde, a un estudio ferviente de la Palabra de Dios, el Espíritu Santo está cerca para aplicar la verdad a su corazón...
La Biblia y la Biblia sola, ha de ser la norma de nuestra fe. Es una hoja del árbol de la vida, y al comerla y recibirla en nuestra mente, nos haremos fuertes para hacer la voluntad de Dios...
Si no recibimos la religión de Cristo al alimentarnos de la Palabra de Dios, no tendremos el derecho de entrada a la ciudad de Dios. Al haber vivido comiendo alimento terrenal, y al haber educado nuestros gustos para amar las cosas terrenales. .. no podemos apreciar la corriente pura y celestial que circula [allí]...
Jesús dice: "Sin mí, nada podéis hacer" (Juan 15:5). Al vivir en Cristo, adheridos a Cristo, sostenidos por Cristo, obteniendo alimento de Cristo, llevamos frutos según la similitud de Cristo. Vivimos y nos movemos en él; somos unos con él y unos con el Padre. El nombre de Cristo es glorificado en el hijo de Dios que cree. Esta es la religión de la Biblia.— Review and Herald, 4 de mayo de 1897; parcialmente en Recibiréis poder, p. 118.
Tomado de Meditaciones Matutinas para adultos
Desde el Corazón
Por Elena G. de White
La religión de la Biblia no es una pieza de ropa que puede ponerse o quitarse cuando se quiera. Es una influencia que todo lo trasciende y nos lleva a ser seguidores de Cristo pacientes y sacrificados, haciendo lo que él hacía, caminando como él caminaba... Esta religión nos enseña a ejercer la paciencia y a ser sufridos cuando estamos en lugares donde recibimos un trato duro e injusto...
Pero si permanentemente hacemos de la Palabra de Dios un principio de vida, cada cosa que hagamos, cada palabra o acto, por común que fuere, pondrá de manifiesto que estamos sujetos a Cristo Jesús, al que hemos sometido en cautiverio nuestros pensamientos. Si la Palabra de Dios es recibida en el corazón, lo vaciará de la suficiencia propia y de la autodependencia. La vida llegará a ser un poder para el bien debido a que el Espíritu Santo henchirá la mente con los asuntos de Dios. Practicaremos la religión de Cristo, porque la voluntad estará en perfecta conformidad con la de Dios...
"Escudriñad las Escrituras". Ningún otro libro le dará pensamientos tan puros, elevadores y ennoblecedores; de ningún otro libro usted puede obtener una experiencia religiosa profunda. Cuando usted dedica tiempo al examen propio, a la oración humilde, a un estudio ferviente de la Palabra de Dios, el Espíritu Santo está cerca para aplicar la verdad a su corazón...
La Biblia y la Biblia sola, ha de ser la norma de nuestra fe. Es una hoja del árbol de la vida, y al comerla y recibirla en nuestra mente, nos haremos fuertes para hacer la voluntad de Dios...
Si no recibimos la religión de Cristo al alimentarnos de la Palabra de Dios, no tendremos el derecho de entrada a la ciudad de Dios. Al haber vivido comiendo alimento terrenal, y al haber educado nuestros gustos para amar las cosas terrenales. .. no podemos apreciar la corriente pura y celestial que circula [allí]...
Jesús dice: "Sin mí, nada podéis hacer" (Juan 15:5). Al vivir en Cristo, adheridos a Cristo, sostenidos por Cristo, obteniendo alimento de Cristo, llevamos frutos según la similitud de Cristo. Vivimos y nos movemos en él; somos unos con él y unos con el Padre. El nombre de Cristo es glorificado en el hijo de Dios que cree. Esta es la religión de la Biblia.— Review and Herald, 4 de mayo de 1897; parcialmente en Recibiréis poder, p. 118.
Tomado de Meditaciones Matutinas para adultos
Desde el Corazón
Por Elena G. de White
No hay comentarios:
Publicar un comentario