sábado, 2 de febrero de 2013

EL VALOR DE LA SABIDURÍA


¡Para qué mencionar el coral y el jaspe! ¡La sabiduría vale más que los rubíes! [...] ¿De dónde, pues, viene la sabiduría? ¿Dónde habita la inteligencia? (Job 28:18,20).

La sabiduría es muy valiosa, la buscamos ansiosamente, pero raras veces la encontramos. Toda la información y el conocimiento adquiridos por la mente humana carecen de valor si no se convierten en sabiduría mediante reflexión cuidadosa y acciones útiles.
La humanidad ha buscado el conocimiento con verdadera pasión. La medición de la distancia que hay de la Tierra al Sol, conocida como unidad astronómica, fue una de las empresas heroicas de la astronomía del siglo XVII. El establecimiento de esa unidad se consideraba muy importante porque con ella se podía calcular la distancia a las estrellas y otras distancias en el universo.
Había dos métodos mediante los cuales se podía calcular: la micrometría y la triangulación. La triangulación, llamada también paralaje, era un método más eficaz.  Si un planeta era observado en su tránsito por el Sol simultáneamente por dos observadores situados a miles de kilómetros de distancia, podría hacerse la triangulación.
Los esfuerzos que se hicieron para llevarla a cabo constituyen historias interesantísimas que honran a los grandes hombres de ciencia que las emprendieron. El menos afortunado y más heroico de los astrónomos se llamaba Guillaume Le Gentil, quien zarpo de Francia el 26 de marzo de 1760, con el propósito de observar el tránsito de Venus por el Sol al año siguiente en la India. Pero los monzones apartaron el barco de su rumbo y el día del tránsito lo encontró en medio del Océano índico. Le Gentil decidió observar el segundo tránsito y compró un pasaje para la India y construyó un observatorio en Pondichery. El cielo estuvo maravillosamente despejado el mes de mayo, pero el día del tránsito, el 4 de junio, el cielo estuvo nublado.
Aquí no acabaron sus desgracias, le esperaban mayores desventuras. Embarcó en un barco de guerra español que fue desmantelado por un huracán en el Cabo de Buena Esperanza, y apenas logró llegar al puerto de Cádiz. Le Gentil cruzó los Pirineos y logró poner los pies en Francia después de once años, seis meses y trece días de ausencia. Al llegar encontró que había sido dado por muerto, sus bienes saqueados y el sobrante repartido entre sus herederos y acreedores.
Puede ser que adquirir el conocimiento y la sabiduría sea una empresa agotadora difícil también para ti. Decídete a encontrarla, no importa el precio que tengas que pagar. Pero recuerda que la verdadera sabiduría está en Dios. Sin él, es una verdad estéril que no produce cambios perdurables en la vida.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez

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