sábado, 2 de marzo de 2013

DIOS NOS USA PARA AYUDAR A OTROS


Honra al Señor con tus riquezas y con los primeros frutos de tus cosechas.  Así tus graneros se llenarán a reventar y tus bodegas rebosarán de vino nuevo. Proverbios 3:9,10 (NVI).

Dios es capaz de cumplir abundantemente sus promesas. Cada bien terrenal proviene de su mano. Los recursos del Señor son infinitos, y él los emplea todos en el cumplimiento de su propósito. Los mayordomos fieles, que emplean sabiamente los bienes que Dios les ha confiado para hacer que la verdad avance y bendecir a la sufriente humanidad, serán recompensados por hacer tal cosa. Dios derramará [bendiciones] en sus manos mientras ellos [las] dispensan a otros. Él está haciendo que su causa avance en la tierra a través de mayordomos comisionados con su capital. Hay quienes desean profundamente las riquezas, pero se arruinarían si las poseyeran. Dios ha probado a los individuos dándoles talentos y medios. Tenían la opción de malgastar el don o utilizarlo para la gloria de Dios... Han sido probados y hallados infieles en el uso de lo ajeno como si fuese propio. Dios no les confiará las riquezas eternas.
Quienes manejan de una manera juiciosa y desinteresada los bienes del Señor, identificando así su interés con el de la sufriente humanidad, serán prosperados por cumplir el papel que Dios quería que tuvieran en su propio sistema de beneficencia...
Todo bien en esta tierra nos fue dado como una expresión del amor de Dios. Él hace de su pueblo sus mayordomos y les da talentos de influencia y medios para emplearlos en el cumplimiento de su obra en la tierra. Nuestro Padre celestial propone conectar a los seres humanos finitos consigo mismo. Como obreros, pueden ser sus instrumentos en la salvación de las almas...
Los que caminan en la luz de la verdad emitirán luz a los que están a su alrededor. Son testigos vivientes de Cristo. No serán como el mundo, que vive en la oscuridad moral, amándose a sí mismos y a las cosas del mundo y buscando los tesoros terrenales... Dios nos ha hecho guardas de nuestros hermanos y nos tendrá por responsables de este gran legado. Dios nos ha tomado en unión consigo mismo, y ha planeado que obremos en armonía con él. Él ha provisto el sistema de beneficencia, de manera que los que él formó a su imagen podamos ser sacrificados en carácter, como él cuya naturaleza infinita es amor.— Review and Herald, 31 diciembre 1878.

Tomado de Meditaciones Matutinas para adultos
Desde el Corazón
Por Elena G. de White

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