“Ustedes […] están alcanzando la meta de su fe, que es la salvación” (1 Pedro 1:8, 9).
¿Ya tienes un objetivo para tu vida? ¿Sabes qué meta anhelas alcanzar? Me encanta la siguiente declaración: “El éxito en cualquier actividad requiere una meta definida. El que desea lograr verdadero éxito en la vida debe mantener constantemente en vista esa meta digna de su esfuerzo” (La educación, cap. 31, p. 237). Billy Graham constituye un buen ejemplo de lo dicho en esta cita. Él identificó su meta: predicar el evangelio; y no permitió que nada lo disuadiera de ese objetivo.
Harold Myra y Marshall Shelley dicen que, como Billy era muy popular y atractivo, la Paramount Pictures le hizo una oferta para que trabajara para ellos como actor. La NBC le ofreció un millón de dólares para que presentara un programa televisivo. El expresidente Lyndon Johnson le aconsejó que optara por la candidatura presidencial. Richard Nixon quiso nombrarlo embajador. ¡Todos fueron grandes ofrecimientos! ¿Sabes qué hizo Graham? A todos les dijo: “Dios me ha llamado a predicar, y no tengo intención de hacer otra cosa mientras viva” (Secretos del liderazgo de Billy Graham, p. 66).
Jesús también tuvo muy presente este principio. Él determinó cuál era su meta: “Buscar y salvar lo que se había perdido” (Lucas 19:10). Desde que comenzó su ministerio, Satanás trató de desviarlo de su objetivo ofreciéndole los reinos de este mundo (ver Mateo 4). Sin embargo, el Señor mantuvo en todo momento su mirada fija en el objetivo: salvar a los seres humanos. Pablo escribió en su Carta a los Filipenses: “Una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta” (Filipenses 3:13, 14, RV95).
La Biblia dice que “el necio no tiene meta fija” (Proverbios 17:24); pero tú no eres una persona necia. Y como el camino hacia la meta es largo, es mejor que comiences a dar pasos concretos hacia ella. Pero nunca olvides que hay una meta que es superior a todas, la más importante. ¿Quieres saber cuál es? Mira lo que dice el apóstol Pedro: “Ustedes […] están alcanzando la meta de su fe, que es la salvación” (1 Pedro 1:8, 9). ¿Es la salvación tu meta suprema?
Lecturas devocionales para Jóvenes 2016
“VISITA MI MURO, 366 MENSAJES QUE INSPIRAN”
Por: J. Vladimir Polanco
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