Cambiará nuestro cuerpo para que sea como su propio cuerpo, Filipenses 3:21
Necesitarás una plancha y una camisa o blusa arrugada. ¿Has visto una camisa sin planchar? ¿Cómo se ve? Muy arrugada, como esta. A tu mamá le gusta que todos vayan al trabajo y a la escuela con la ropa bien planchadita, porque los quiere.
¿Has visto la piel de un bebé? Es tersa y sin arrugas. Pero a medida que pasan los años y crecemos, la piel se nos arruga. Nuestro cuerpo envejece poco a poco.
Las personas mayores sufren dolores y enfermedades. Su energía ya no es la de los jóvenes, hasta pierden poco a poco la memoria. ¿Sabes por qué pasa todo eso? Porque el pecado de Adán y Eva nos ha impedido tener un cuerpo eterno aquí en esta tierra. Todos envejecemos y morimos, por causa del pecado.
Pero la Biblia dice que algún día, cuando Cristo venga, nuestros cuerpos se renovarán y todos seremos jóvenes nuevamente. ¡Hasta nuestros abuelitos!
Ahora ayuda a tu mamá a planchar la camisa (blusa), para que recuerdes cómo seremos cuando Cristo venga.
HABLA CON JESÚS
Querido Jesús, deseo ir al cielo contigo y ver a todas las personas transformadas, amén.
Tomado de lecturas devocionales para preescolares 2017
¡PEQUEÑAS SONRISAS!
Por: Míriam Rodríguez Carrillo
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