Pero imagino que también tuviste momentos en los que deseaste poder volver a jugar todo el día, parando solo para dormir la siesta o para comer; y poder, en lugar de hacer tareas escolares, recostarte mientras te leen libros sobre animales entretenidos como Jorge el curioso, o Winnie Pooh.
Al final del libro The House at Pooh Corner [La casa en la esquina de Pooh], Christopher Robin está tratando de explicarle a Winnie que comenzará la escuela pronto y no podrá «no hacer nada» todo el día. Reflexivamente, Christopher Robin comparte:
-Lo que más me gusta hacer es nada.
—¿Cómo haces nada? -pregunta Winnie.
—Bueno, es cuando alguien te llama cuando estás a punto de hacer algo y te pregunta: «¿Qué vas a hacer, Christopher Robin?», y tú dices: «nada»; y luego vas y haces exactamente eso.
—Ah, ya veo.
Un poco después, Christopher Robin le dice a su mejor amigo:
—Ya no voy a hacer nada.
Es emocionante, y a menudo un poco triste y atemorizador, descubrir que estás creciendo. Tienes más privilegios, pero también más responsabilidades. Las tareas escolares y los trabajos se vuelven más difíciles y te llevan más tiempo. Sin embargo, aunque quizá te gustaría pasar tiempo con algunos de tus peluches preferidos, libros infantiles y juguetes, la verdad es que, probablemente, no quieres volver a ser un niño. Cada día estás más alto, sabio, productivo y fiel, y así es como debiera ser. Por eso, lo que ahora te corresponde, es pensar y actuar acorde a tu edad. Lori
«Cuando yo era niño, hablaba, pensaba y razonaba como un niño; pero cuando crecí, dejé atrás las cosas de niño» (1 cor. 13:11, NTV).
DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADOLESCENTES
“UNA IDEA GENIAL”
Por: Kim Peckham
Lecturas Devocionales para Adolescentes en 2020.
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