Mientras la hija
del faraón estaba en el río, encontró la cesta. Cuando la abrió y vio al bebé,
rápidamente se dio cuenta de lo que estaba sucediendo. Así que, en vez de
entregarlo a los soldados, decidió llevarlo a su casa y cuidarlo como si fuera
su hijo. Entonces, María se acercó y le preguntó a la princesa:
-¿Quiere que vaya
a buscar a una nodriza para que alimente a este bebé?
La princesa
aceptó la propuesta y María buscó a Jocabed. Ella se puso muy contenta porque
ahora podía criar a su propio bebé, a quien la princesa había llamado Moisés,
que significa “salvado de las aguas”.
Aquel bebé creció
y llegó a ser todo un príncipe en Egipto. Sin embargo, nunca se olvidó de lo
que su mamá le había enseñado: obedecer a Dios. Por eso, era bueno con todos y
nunca adoró a los ídolos.
¿Y yo?
Moisés siempre se
acordaba de lo que había aprendido acerca de Dios y eso lo hacía diferente del
resto de las personas. Las historias de la Biblia nos enseñan grandes verdades.
¡Nunca te olvides de ellas!
Mi oración para
hoy
Querido Dios,
ayúdame a ser bueno y amigable con quienes no te conocen.
En la Biblia
leemos:
“Y ya grande se
lo entregó a la hija del faraón, la cual lo adoptó como hijo suyo y lo llamó
Moisés” (Éxodo 2:10).
DEVOCIÓN MATUTINA
PARA NIÑOS PEQUEÑOS 2020
CADA DÍA CON
JESÚS
Maria Augusta
Lopes – Lara Figueiredo – Paula Sérgio Macedo
Lecturas
Devocionales para los más pequeños 2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario