Pobre Charles Schulz. Estaba desesperadamente enamorado de la pelirroja del Departamento de Contabilidad. Cuando finalmente se armó de valor para proponerle matrimonio, ella dijo: «No, estoy comprometida».
Esta muchacha ¿habría cambiado de opinión si hubiera sabido que Charles llegaría a ser el caricaturista más famoso de todos los tiempos? Quién sabe… Pero si le hubiera dicho «Sí», quizá Charles nunca habría encontrado la inspiración para crear a Charlie Brown, un personaje siempre triste que nunca falla en hacernos reír.
A Charlie siempre se le enredaba la cometa en un árbol. «¡Caramba!», decía. Cuando quería patear una pelota, su «amiga» Lucy se la sacaba a último momento y Charlie terminaba desparramado en el suelo.
De alguna forma, los fracasos de Charlie nos hacen sentir mejor. Nos reímos cuando él dice: «A veces estoy acostado de noche y me pregunto: ‘¿En qué me equivoqué?’ Entonces, una voz me dice: ‘Esto va a llevar más de una noche'».
También podemos simpatizar con Snoopy, el perro de Charlie, que dijo: «Ayer, era un perro. Hoy, soy un perro. Mañana, probablemente seguiré siendo un perro. Hay tan poca esperanza de progreso».
La tira cómica de Charlie Brown se publicaba en más de dos mil periódicos, en más de veinte idiomas diferentes. Hizo rico y famoso a Charles Schulz. Pero él siempre pudo aprovechar esa sensación de fracaso que a menudo sentimos en la escuela y en el hogar. Una vez dijo: «No puedes crear humor de la felicidad. Me asombra la cantidad de gente que me escribe diciendo: ‘¿Por qué Charlie Brown siempre tiene que perder? ¿Por qué no le permites patear la pelota?’ Bueno, no hay nada gracioso en que la persona logre patear la pelota».
Quizá Charles Schulz no habría podido hacer reír a tantas personas si no hubiera sabido lo que es estar triste. Y también tiene mucho significado para mí que Jesús haya vivido como ser humano y conozca de primera mano todo lo que pasamos. Esto es lo más positivo de lo negativo: que nos permite conectar con el que sufre y también nos hace humildes y dependientes de Cristo. Kim
«Porque no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que ha sido tentado en todo de la misma manera que nosotros, aunque sin pecado» (Heb. 4:15).
DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADOLESCENTES
“UNA IDEA GENIAL”
Por: Kim Peckham
Lecturas Devocionales para Adolescentes en 2020.
No hay comentarios:
Publicar un comentario