Billy estaba viendo una película llamada Un día en la vida de un niño en el África.
La familia de la historia vivía en una casa pobre. A Billy le pareció rara la manera en la que el niño se bañaba.
-¡Mamá, ven a ver! Este niño no tiene ducha. Usa una vasija con agua que vuelca sobre su cabeza.
-Hijo mío, en muchos lugares del mundo no llueve y hay muy poca agua, así que las personas tienen que ir a buscarla muy lejos. Afortunadamente, aquí todavía sale por el grifo, pero no hay que desperdiciar este precioso líquido.
¿Y yo?
El agua es tan necesaria que si no la bebes durante tres días podrías morir.
Mi oración para hoy
Señor, manda la lluvia para que el agua no nos falte.
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