Jabes le rogó al Dios de Israel: «Bendíceme y ensancha mi territorio; ayúdame y líbrame del mal, para que no padezca aflicción». Y Dios le concedió su petición (1 Crónicas 4: 10).
Hay una oración muy hermosa en la Biblia de un personaje poco conocido llamado Jabés. Hoy quiero proponerte esta oración idónea para nosotras, las mujeres de la actualidad, que deseamos el poderoso toque de Dios en nuestra vida. El Señor está impaciente por levantarnos en sus brazos. Si creemos que el cielo puede otorgarnos su bendición, ¿por qué no ponemos en práctica esta oración? Cada día debemos pedirle a Dios que nos dé su bendición y gracia al relacionarnos con los demás. Algunas frases de esta oración están llenas de significado: «Ensancha mi territorio». El Señor está dispuesto a aumentar nuestra influencia con nuestra familia, amigos, vecinos, compañeros de trabajo, etcétera. Dios se goza en ver a sus hijos prosperar en todos los sentidos. Hagamos más para él, que nos ayude a estar disponibles para los que nos rodean. Lejos de agotarnos, esto nos dará júbilo y un sentido de satisfacción muy especial. Si eres una esposa y madre con una armoniosa familia, Dios desea que lleves sanidad y esperanza a familias dañadas, él te capacitará. Si eres una mujer que trabaja, Dios te ayudará con amor y paciencia a compartir con tus compañeros el bendito regalo del plan de salvación. Si eres una mujer soltera, con un trabajo que exige andar de viaje constantemente, Dios te guiará para animar a un compañero de viaje o a un colega solitario. «Ayúdame». Al trabajar al lado de Jesús y sentir su mano poderosa en todas nuestras actividades, veremos las maravillas que él tiene para nosotras. «Líbrame del mal, para que no padezca aflicción». El enviará a sus ángeles para protegernos del maligno. «Y Dios le concedió su petición». ¡Qué gran bendición saber que Dios contesta nuestras oraciones! Digámosle ahora: «Señor, me pongo en tus manos, capacítame para enseñar a otros para tu pronta venida». Supliquemos a Dios por una mejor perspectiva de nuestra vida y contestará la oración de manera que no solamente le honremos, sino también nos regocijemos con él.
Hay una oración muy hermosa en la Biblia de un personaje poco conocido llamado Jabés. Hoy quiero proponerte esta oración idónea para nosotras, las mujeres de la actualidad, que deseamos el poderoso toque de Dios en nuestra vida. El Señor está impaciente por levantarnos en sus brazos. Si creemos que el cielo puede otorgarnos su bendición, ¿por qué no ponemos en práctica esta oración? Cada día debemos pedirle a Dios que nos dé su bendición y gracia al relacionarnos con los demás. Algunas frases de esta oración están llenas de significado: «Ensancha mi territorio». El Señor está dispuesto a aumentar nuestra influencia con nuestra familia, amigos, vecinos, compañeros de trabajo, etcétera. Dios se goza en ver a sus hijos prosperar en todos los sentidos. Hagamos más para él, que nos ayude a estar disponibles para los que nos rodean. Lejos de agotarnos, esto nos dará júbilo y un sentido de satisfacción muy especial. Si eres una esposa y madre con una armoniosa familia, Dios desea que lleves sanidad y esperanza a familias dañadas, él te capacitará. Si eres una mujer que trabaja, Dios te ayudará con amor y paciencia a compartir con tus compañeros el bendito regalo del plan de salvación. Si eres una mujer soltera, con un trabajo que exige andar de viaje constantemente, Dios te guiará para animar a un compañero de viaje o a un colega solitario. «Ayúdame». Al trabajar al lado de Jesús y sentir su mano poderosa en todas nuestras actividades, veremos las maravillas que él tiene para nosotras. «Líbrame del mal, para que no padezca aflicción». El enviará a sus ángeles para protegernos del maligno. «Y Dios le concedió su petición». ¡Qué gran bendición saber que Dios contesta nuestras oraciones! Digámosle ahora: «Señor, me pongo en tus manos, capacítame para enseñar a otros para tu pronta venida». Supliquemos a Dios por una mejor perspectiva de nuestra vida y contestará la oración de manera que no solamente le honremos, sino también nos regocijemos con él.
Sonia Elizabeth Martínez de González
Tomado de la Matutina Manifestaciones de su amor
Tomado de la Matutina Manifestaciones de su amor
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