Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. Juan 3:17.
Para los niños y jóvenes que desean, la Iglesia Adventista provee actividades adecuadas por medio del Club de Conquistadores, Guías Mayores o Cadetes, según la edad.
Personalmente, tengo muchos recuerdos de momentos especiales vividos con otros jóvenes que participaban en el Club de la iglesia. Hubo un campamento que resultó del todo especial y quedó en mis recuerdos. Cada día tuvimos un clima excepcional, que nos permitió recrearnos en el arroyo cercano; y las caminatas, las fogatas y las charlas espirituales parecían tener un sabor diferente por estar lejos de nuestros padres y de la civilización. Parecía increíble estar solos en un predio montañoso y salvaje, en pleno contacto con la naturaleza.
En esos años aprendí a hacer diferentes clases de amarres, fuego sin fósforos, cómo racionar el agua, distinguir plantas y animales, fortalecer los músculos por la excursión al aire libre y especializarme en algunos temas que estaban centrados en mis gustos personales. Cada año iba sumando las tarjetas de clases progresivas. Al alcanzar cada meta, iba agregando botones a la chaqueta de mi uniforme.
Pero más allá de la experiencia personal que podría tener cada adventista que pasó por el Club de Conquistadores o Guías Mayores, este programa es mucho más que una gratificación excursionista. Este espacio está destinado a evangelizar. Muchos niños, adolescentes y jóvenes de familias no adventistas han ingresado a la iglesia y aceptado a Cristo como Salvador gracias a estos clubes, por los requisitos de sus tarjetas y la orientación espiritual de sus líderes. Muchos de ellos hubieran rechazado cualquier actividad dentro de un templo, pero al invitarlos a pertenecer a una actividad campestre, no hubo obstáculos ni prejuicios y con alegría recibieron el mensaje de la Palabra de Dios.
La escuela sabática, el culto divino, la Sociedad de Jóvenes, el Club de Conquistadores y los Guías Mayores colaboran en la tarea que Jesús realizó: "Salvar lo que se había perdido" (Lúe. 19:10). Como joven, tú debes encontrar tu lugar en algunos de estos espacios eclesiásticos, ya que también estás llamado a participar en la salvación de los perdidos. No te conformes con observar lo que otros realizan, anímate a ser protagonista en tu iglesia y te sentirás colaborador de Cristo al compartir el evangelio.
Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel
Para los niños y jóvenes que desean, la Iglesia Adventista provee actividades adecuadas por medio del Club de Conquistadores, Guías Mayores o Cadetes, según la edad.
Personalmente, tengo muchos recuerdos de momentos especiales vividos con otros jóvenes que participaban en el Club de la iglesia. Hubo un campamento que resultó del todo especial y quedó en mis recuerdos. Cada día tuvimos un clima excepcional, que nos permitió recrearnos en el arroyo cercano; y las caminatas, las fogatas y las charlas espirituales parecían tener un sabor diferente por estar lejos de nuestros padres y de la civilización. Parecía increíble estar solos en un predio montañoso y salvaje, en pleno contacto con la naturaleza.
En esos años aprendí a hacer diferentes clases de amarres, fuego sin fósforos, cómo racionar el agua, distinguir plantas y animales, fortalecer los músculos por la excursión al aire libre y especializarme en algunos temas que estaban centrados en mis gustos personales. Cada año iba sumando las tarjetas de clases progresivas. Al alcanzar cada meta, iba agregando botones a la chaqueta de mi uniforme.
Pero más allá de la experiencia personal que podría tener cada adventista que pasó por el Club de Conquistadores o Guías Mayores, este programa es mucho más que una gratificación excursionista. Este espacio está destinado a evangelizar. Muchos niños, adolescentes y jóvenes de familias no adventistas han ingresado a la iglesia y aceptado a Cristo como Salvador gracias a estos clubes, por los requisitos de sus tarjetas y la orientación espiritual de sus líderes. Muchos de ellos hubieran rechazado cualquier actividad dentro de un templo, pero al invitarlos a pertenecer a una actividad campestre, no hubo obstáculos ni prejuicios y con alegría recibieron el mensaje de la Palabra de Dios.
La escuela sabática, el culto divino, la Sociedad de Jóvenes, el Club de Conquistadores y los Guías Mayores colaboran en la tarea que Jesús realizó: "Salvar lo que se había perdido" (Lúe. 19:10). Como joven, tú debes encontrar tu lugar en algunos de estos espacios eclesiásticos, ya que también estás llamado a participar en la salvación de los perdidos. No te conformes con observar lo que otros realizan, anímate a ser protagonista en tu iglesia y te sentirás colaborador de Cristo al compartir el evangelio.
Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel
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