domingo, 12 de febrero de 2012

SE LE QUITÓ LA BORRACHERA

Así como el cielo está por encima de la tierra, así también mis ideas y mi manera de actuar están por encima de las de ustedes. Isaías 55:8.

Has escuchado hablar de George Vandeman, el fundador del programa de televisión It Is Written (Está escrito)? Según relata su hija Connie, el pastor Vandeman mantuvo el programa en el aire durante ¡dos mil domingos consecutivos! ¿Cómo lo logró? Entre otros factores, por medio de la narración de historias, como la del borracho llamado Sandy McPherson.
El relato comienza con Tomasito, un niño que tenía que hacer el papel de ángel en un programa de Semana Santa. Cierto día, cuando regresaba a casa después del ensayo, se desató una tormenta. Ya el niño sabía que en tales ocasiones no debía usar el viejo puente, porque podía colapsar. Siguiendo el consejo de su padre, se subió a un árbol a esperar que lo recogieran, sin quitarse su atuendo de ángel.
Mientras Tomasito esperaba por su papá, vio que se acercaba un automóvil. Era Sandy McPherson, el borrachito del pueblo. Temiendo que Sandy estuviera borracho, Tomasito empezó a gritarle: «¡Sandy, no uses el puente! ¡Da la vuelta alrededor del lago!». Pero cuando Sandy lo vio, salió disparado del lugar como quien hubiera visto a un fantasma. Minutos más tarde encontró en la vía al papá de Tomasito.
—¿Qué le sucede, Sandy? Se ve usted muy pálido.
—Usted no me va a creer —respondió Sandy, temblando—. ¡Acabo de ver a un ángel!
—Cálmese un poco, Sandy. Explíqueme qué pasó.
—Me acababa de tomar unos tragos, usted sabe, para combatir el frío, cuando al acercarme al puente oí una voz que me decía: «¡Sandy, no uses el puente!». Miré hacia un árbol, y ahí estaba el ángel, con las alas extendidas.
—¿Y usted qué hizo?
—¡Pues qué voy a hacer! Boté la botella de licor y salí disparado. ¿Sabe qué? Si Dios me ama tanto como para enviar a un ángel para que proteja mi vida, no seré yo quien la destruya con el vicio del Iicor.
Dice el relato que después de esa «visión», Sandy nunca más tomó una copa de alcohol (George E. Vandeman, Helpings for the Heort [Raciones para el corazón], pp. 9, 10).
¿Casualidad? Dios se las ingenia para alcanzar a cada pecador. En el cielo tú y yo sabremos lo que Dios estuvo dispuesto a hacer con tal de salvamos.
Padre celestial, te agradezco incluso por las ocasiones en las que usaste métodos extraños para salvarme.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
Dímelo de frente
Por Fernando Zabala

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