«Y uno de ellos hirió al criado del sumo sacerdote, cortándole la oreja derecha. Jesús dijo: "Déjenlos; ya basta". Y le tocó la oreja al criado, y lo sanó» (Lucas 22:50,51).
Imagina que estamos caminando por el Jardín de Getsemaní la noche antes de morir Jesús. ¡Mira! Pedro está sacando su espada y le va a cortar la oreja a un hombre. ¡Ay! Eso debe de haber dolido. Pero Jesús, el gran Médico del universo, ha tomado la oreja del suelo y se la ha vuelto a pegar a este hombre como si nada hubiera pasado. ¡Asombroso! ¿Sabías que hoy en día se hacen cirugías reconstructivas de las orejas? Los médicos han ideado maneras de tomar piel y un material flexible llamado cartílago de otras partes del cuerpo y «moldear» orejas para personas que las han perdido en accidentes o que han nacido sin ellas. Dios como que les dio el secreto para reconstruir orejas, y me alegra mucho que lo haya hecho.
Nuestro Dios es muy poderoso. Él nos hizo de una manera maravillosa y ha dejado que los médicos de este mundo conozcan algunos de sus «secretos de reconstrucción humana». Dios es un Creador maravilloso. Deja que el «Doctor del universo» te vea hoy y reconstruya tu corazón. Él te dará la misma clase de corazón que hizo que Jesús amara a sus enemigos esa noche en el Getsemaní.
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush
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