Y esto no es nada raro, ya que Satanás mismo se disfraza de ángel de luz. 2 Corintios 11:14
«Guerra avisada —reza el dicho— no mata soldado». Si esta afirmación es cierta, ¿cómo podemos explicar que el diablo tenga tanto éxito al tentarnos? ¿No sabemos que anda como león rugiente?
Lo sabemos. El problema es que el tentador no se presenta como león rugiente, sino como ángel de luz. Esta realidad la expresa bien el profesor Helmut Thielicke, cuando escribe que el diablo es más piadoso que una monja y sabe más de Biblia que un profesor de Antiguo Testamento (How the World Began [Cómo comenzó el mundo], p. 124).
Un buen ejemplo se encuentra en la forma como tentó a Eva. Lo primero que hizo fue «disfrazarse de serpiente». Entonces hizo hablar a este animal. Por último, sembró en la mente de Eva la semilla de la duda: «¿Así que Dios les ha dicho que no coman del fruto de ningún árbol del jardín?» (Gen. 3:1). No se presentó como un ser maligno. Tampoco habló mal de Dios. Simplemente convenció a Eva de que deseaba para ella y su esposo un nivel más elevado de sabiduría. Lo demás es historia.
¿Habría tenido éxito Satanás si no se hubiera «disfrazado» ? ¿O si hubiera dicho: «Oye Eva, acércate a este árbol porque quiero enseñarte cómo desobedecer a Dios»? Por supuesto que no. El mismo profesor Thielicke narra un experimento que ilustra este punto. Delante de un grupo de niños se disfrazó de diablo. Entonces, con voz de terror, les dijo cosas como: «Sáquenle la lengua a la gente»; «Echen cascaras de bananas en el suelo para que la gente se caiga»; «No se bañen», etc. ¿Hicieron caso los niños a ese «diablo»? ¡Todo lo contrario! Le gritaron palabras duras y, según informaron los padres, en los días siguientes los niños se portaron mejor que nunca antes.
¿Conclusión? Satanás nunca te va a decir: «Ven, permíteme enseñarte lo sabroso que es el pecado». En cambio, te susurrará cosas como: «No seas aburrido, no hay que tomar la religión tan en serio»; «Vamos, disfruta las cosas buenas de esta vida».
Ahora que estas advertido, creo que podemos completar el dicho: «Guerra avisada no mata soldado. Y si lo mata, es por descuidado.
Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
Dímelo de frente
Por Fernando Zabala
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